Hay que reconocer que la palabra alternativa le da un toque interesante a casi todo. Piensa en las realidades alternativas, que han dado pie a clásicos de la ficción, como Alicia en el País de las Maravillas. O en la música, con el surgimiento de bandas míticas como R.E.M. o Nirvana. Aunque a veces, el matiz es más bien inquietante, como ocurre con la medicina alternativa… ¿Y las inversiones alternativas?
Cuando hablamos de inversión, los activos tradicionales son las acciones, los bonos y la liquidez. La gente suele invertir en los dos primeros a través de fondos. Y en lo segundo, a través de los depósitos bancarios. Así que todo lo demás son inversiones alternativas. Desde las criptomonedas al ladrillo de toda la vida, pasando por las obras de arte y los vinos caros, todo eso son inversiones alternativas.
Y te preguntarás: ¿para qué sirve invertir en metales preciosos, arte o fondos de cobertura? Para obtener rentabilidades, claro. Pero, más en concreto, las inversiones alternativas ofrecen una forma de diversificación algo más sofisticada. Para empezar, porque suelen implicar oportunidades de inversión exclusivas: no todo el mundo puede invertir en Picassos. Y también porque tienen una correlación baja con los mercados.
Como sabemos, la diversificación ayuda a reducir el riesgo y, también, a incrementar la rentabilidad de la cartera de inversión. La baja correlación con los mercados es otra de las ventajas principales de las inversiones alternativas. Pero hay más:
Ventajas e inconvenientes suelen ser la cara y la cruz de la misma moneda. Por ejemplo, a la mayor rentabilidad potencial hay que oponer mayor riesgo y más complejidad. La exclusividad tiene el pequeño problema del coste: muchas inversiones alternativas requieren mucho más dinero del que la mayor parte de la gente podría dedicarles. Hay otras desventajas:
Por suerte, hay inversiones alternativas algo más asequibles. Por ejemplo, se puede invertir en materias primas o metales preciosos a través de fondos de inversión. Teniendo claro el riesgo, es posible invertir en criptomonedas sin destinar grandes cantidades. Y el crowdfunding inmobiliario permite a cualquiera invertir en el sector inmobiliario con poco dinero. En Urbanitae, desde solo 500 euros. Y con una combinación de riesgo y rentabilidad muy atractiva. ¿Y tú? ¿Ya lo has probado?