Tasación y valor final del inmueble: ¿y si no coinciden?

Tasación vs precio final del inmueble: ¿Qué ocurre cuando no coincide?

Tasación y valor final del inmueble: ¿y si no coinciden?

Una tasación inmobiliaria se define como el certificado de valoración de una propiedad en el que se basan las entidades financieras para conceder o no un préstamo al comprador de un inmueble, es decir, una hipoteca. La finalidad de este estudio es valorar el precio real de dicha propiedad y, en función de ello, garantizar que las condiciones de venta se ajustan a esa realidad.

Para calcular el valor de un inmueble, se tienen en cuenta aspectos técnicos como la localización, la superficie, las instalaciones y el estado de conservación en el que se encuentran, adecuación al planeamiento urbanístico vigente, etc., que se cotejan con la documentación del registro de la propiedad.

En muchos de los casos, el valor de la tasación no coincide con el precio de venta del inmueble. ¿Qué significa esto?, ¿qué supone para el comprador?

Cuando el valor de tasación supera el precio de venta

En principio puede parecer que este resultado beneficia al comprador puesto que el banco siempre financia un porcentaje del importe más bajo, que en este caso, coincide con el valor real del inmueble. Por este motivo, la hipoteca representará una cuantía más cercana al precio de compra de la propiedad y el comprador dispondrá de más financiación para cerrar la operación.

No obstante, que el valor de tasación sea superior al de compra no beneficia al comprador a largo plazo. Estas son las razones:

  • Si le conceden más hipoteca, los intereses a pagar serán mayores.
  • Hacienda puede retener un mayor importe en la declaración o por lo menos investigar por qué el inmueble se escritura por un valor de compra inferior al de tasación. De hecho, puede suponer una penalización a la hora de liquidar el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP).
  • El seguro de la propiedad puede ser más caro.

Cuando el valor de tasación es inferior al precio de venta

El principal inconveniente de que el valor de la tasación esté por debajo del precio de venta es que el banco conceda una hipoteca más baja al comprador, es decir, menos dinero del que necesita y tenga que recurrir a un mayor porcentaje de sus ahorros.

Otra consecuencia para el comprador es pensar que está haciendo una mala compra, lo que podría llevarle a pedir al vendedor una rebaja del precio del inmueble.

No obstante, si no se está satisfecho con el resultado de la tasación, siempre existe la posibilidad de solicitar una nueva.

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