Las hipotecas suben al 23,5% el esfuerzo destinado a la vivienda

El esfuerzo para comprar vivienda ha crecido en 2022

Las hipotecas suben al 23,5% el esfuerzo destinado a la vivienda

La presión inflacionista y la consiguiente subida de los tipos de interés, impulsadas por el contexto internacional, han llevado a un encarecimiento de las hipotecas. Una financiación más cara supone un mayor esfuerzo para las familias a la hora de contar con una vivienda en propiedad. En el tercer trimestre, la tasa de esfuerzo se sitúa en el 23,5%, frente al 20,1% de hace un año, según Idealista. Es importante tener en cuenta que el Banco de España aconseja no destinar más de un 35% de nuestros ingresos a la vivienda.

Guipúzcoa es la provincia con mayor tasa de esfuerzo: ha pasado en un año del 34% al 39,1%. En paralelo, la provincia en la que más ha crecido esta tasa es Madrid: de un 27,2% en el tercer trimestre de 2021 a un 34,5% hoy. Destacan asimismo las subidas de Barcelona (del 29,4% al 35,6%) –en segunda posición tras Guipúzcoa–, Baleares (del 26% al 31,8%) y Vizcaya (del 29% al 33,8%). 

La tendencia de encarecimiento se replica en las capitales de provincia. A la cabeza se encuentra Barcelona, donde el porcentaje de ingresos familiares destinados a la vivienda ha pasado de un 35,4% al 49,7% –la mayor subida de las registradas–, prácticamente la mitad. A la Ciudad Condal la siguen de cerca San Sebastián (46,8%), Madrid (41,3%) y Bilbao (37,3%). Destaca también el encarecimiento que se ha producido en Ceuta (de un 25,5% a un 29,7%), Las Palmas de Gran Canaria (de un 23,4% a un 26,4%) y Granada (de un 22,6% a un 26,1%). 

En el lado opuesto, la ciudad donde se dedica menos dinero a la vivienda en propiedad es Ávila, con un 16% de los ingresos familiares. Le siguen también de cerca Zamora (16,1%), Jaén (16,2%), Lugo (16,3%), Cáceres (16,6%), Teruel (17,1%) y Ciudad Real (17,1%). Si hablamos de provincias, es Cuenca la de menor tasa de esfuerzo hipotecario, con un 12%. 

Ya a mediados de año, entidades como CaixaBank advertían que a cierre de 2023 los hogares podrían estar destinando un 36,6% de sus ingresos a pagar sus hipotecas, superando así el máximo recomendado por el Banco de España. Estos datos contrastan al alza con los ofrecidos por Idealista. De hecho, al menos en nuestro país, la tasa de esfuerzo hipotecario ya era alta a comienzos de año. En el primer trimestre de 2022, de media los españoles tenían que destinar un 34,5% de sus ingresos, como apuntó el Banco de España. 

Se tarda más que hace 20 años en pagar la hipoteca

Hoy acceder a una vivienda supone un mayor esfuerzo que hace 20 años. Es lo que se deduce de los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que señala que el incremento de los precios de la vivienda y el de los sueldos no se han sincronizado. Así, en España se necesitan unos 11 años de salario íntegro para pagar una hipoteca, lo que contrasta con los 8,2 años del 2000. De igual modo, España se encuentra en la media de la OCDE, en línea con otros países como Italia, Suecia o Reino Unido. Y, por fortuna, muy por detrás de otros como Nueva Zelanda o Corea del Sur, donde se tardaría más de 18 años. 

Por el momento, la evolución de la tasa de esfuerzo hipotecario en el corto y medio plazo podría estar en duda. En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido del descenso del precio de la vivienda, que en la eurozona podría llegar al 9% en los próximos dos años. En este escenario las subidas de tipo tendrían un peso notable. De hecho, tras el anuncio de subida de octubre, podrían volver a incrementarse en el mes de diciembre, tal y como explicaron desde la institución. 

Invertir en vivienda con pequeñas cantidades

Hoy en día, gracias a la tecnología y los modelos de inversión colaborativa es posible invertir en vivienda con poco dinero. ¿Cómo? A través de plataformas de crowdfunding inmobiliario, como Urbanitae, un grupo de personas pueden financiar conjuntamente proyectos inmobiliarios de cierta envergadura y beneficiarse de interesantes rentabilidades. De esta forma, no es necesario tener grandes ahorros ni destinar una parte importante de los ingresos mensuales. Se reduce así el apalancamiento del inversor y también el riesgo que asume, que puede reducirse al capital que tenga disponible.

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