Garaje, vivienda, local u oficina, ¿qué activo elegir según tu perfil inversor? 

qué activo elegir según tu perfil inversor 

Garaje, vivienda, local u oficina, ¿qué activo elegir según tu perfil inversor? 

El interés de los españoles por la inversión inmobiliaria se mantiene muy alto, incluso en un momento en el que mercado financiero ofrece una amplia gama de productos de inversión. Este apego por el ladrillo no es casualidad; tradicionalmente, la propiedad ha sido vista en España no solo como una forma de proteger los ahorros, también como una herramienta clave para generar a largo plazo.

Para muchas familias, la adquisición de una vivienda sigue siendo un objetivo central, pero no es la única opción. Aquellos que desean diversificar y maximizar sus ingresos a través del sector inmobiliario pueden explorar otros activos, como garajes, locales comerciales y oficinas, entre otros. No obstante, su rentabilidad varía considerablemente en función de la tipología y de la localización. 

Los últimos datos publicados por Idealista sobre el rendimiento que ofrecen estos cuatro activos inmobiliarios pueden ser una referencia útil a la hora de elegir en qué invertir. La decisión dependerá de muchos factores; la rentabilidad y la ubicación son muy importantes, pero también lo es nuestro perfil inversor

Garajes: gestión sencilla e ingresos constantes

Los inversores menos atrevidos, que buscan pocas complicaciones y una fuente de ingresos periódica, aunque no sea la más atractiva, encuentran su activo ideal en los garajes. Aunque Idealista los señala como “el producto menos rentable en muchas capitales”, ciudades como Ávila (8,7%), Murcia (8,7%) y Castellón (8%) ofrecen rendimientos por encima de la media nacional, que se sitúa en el 6%. En capitales como Salamanca, Granada o Palencia la rentabilidad se queda en el entorno del 3%. 

Vivienda: visión a largo plazo

Para aquellos inversores con estabilidad económica y/o acceso a la financiación, y enfoque en el retorno a largo plazo, la vivienda destinada al alquiler es una buena alternativa. Con un 7,2% de rentabilidad media, los datos de Idealista muestran a ciudades pequeñas como Murcia (8,1%), seguida de Lleida (7,6%) y Huelva (7,4%), en los primeros puestos del ranking de la rentabilidad. En grandes urbes como Barcelona o Madrid, la tasa desciende hasta el 5,9% y 5,2%, respectivamente. 

Locales comerciales: diversificar asumiendo riesgos

Diversificar la cartera sin miedo a asumir riesgos asociados a la rotación de inquilinos y las fluctuaciones del mercado minorista. Este es el planteamiento de los inversores que se decantan por los locales comerciales para depositar sus ahorros y obtener de ellos rédito. En este caso la rentabilidad aumenta hasta el 9,7%, según Idealista, pero supera los dos dígitos en muchas ciudades. Es el ejemplo de Murcia (11,7%), Girona (11,3%), y Oviedo, Ávila y Zaragoza (10,9% en los tres casos). 

Oficinas: inversores institucionales y con experiencia

En el top de la rentabilidad se encuentran las oficinas (11,7%), un activo que triunfa entre los inversores institucionales o aquellos con cierta experiencia en este campo, dado que requieren una gestión más compleja y están sujetas a las fluctuaciones de los ciclos económicos.

Sevilla (14,2%), Vitoria (10,2%) y Almería (9,6%) encabezan la lista de mayor rentabilidad que ofrece Idealista. Por debajo de la media se encuentran algunos de los entornos económicos más dinámicos laboralmente, como Barcelona (8%) y Madrid (7,4%). 

Claves para el futuro

Además de la evolución de los tipos de interés, los cambios en los modelos de consumo, la sostenibilidad y la movilidad son factores que influirán en la rentabilidad futura de los activos inmobiliarios. Estos seguirán ofreciendo oportunidades, pero los rendimientos más atractivos los obtendrán aquellos que mejor se adapten a esa transformación. 

La demanda de plazas de garaje seguirá siendo estable en zonas urbanas densamente pobladas y con dificultades de aparcamiento, especialmente en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga. Sin embargo, la expansión de las zonas de bajas emisiones y las restricciones al tráfico en los centros urbanos puede reducir la demanda en estas áreas, redirigiéndola hacia zonas periféricas.

La falta de vivienda de obra nueva y las dificultades de acceso a la compra continuarán alimentando la demanda de alquiler, especialmente en ciudades grandes y áreas metropolitanas. La regulación y limitación de los precios también intervendrá en la configuración final del mercado. 

El mercado de oficinas continúa su reordenación, con una menor presencia del teletrabajo y un regreso a la presencialidad y a modelos híbridos, lo que ha llevado a muchas empresas a replantearse sus necesidades de espacio. También se extienden cada vez más los modelos de coworking y oficinas flexibles, siendo este último un aspecto clave junto con la eficiencia energética. El comercio minorista se mantiene como un superviviente, tras hacer frente a los efectos del ecommerce y la pandemia. Los modelos híbridos (comercio electrónico y tiendas físicas) serán tendencia y ello influirá en la demanda de locales, con características que permitan ofrecer experiencias más allá de las meras transacciones.

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