Tolerancia al riesgo: ¿sabes cuál es la tuya?
El riesgo que asumimos en nuestras inversiones es un factor clave en la toma de decisiones. El grado de tolerancia al riesgo varía de un inversor a otro y depende de numerosos factores como la edad, los objetivos financieros, la situación financiera, la experiencia en inversiones y la aversión personal al riesgo. ¿Sabes cuál es el tuyo? En este post te contamos cómo evaluarlo y cómo afecta tus inversiones.
¿Qué es la tolerancia al riesgo?
Empecemos por el principio. La tolerancia al riesgo es la capacidad para soportar la incertidumbre y las posibles pérdidas asociadas a una inversión. En otras palabras, es la cantidad de riesgo que están dispuestos a asumir los inversores antes de sentirse incómodos o preocupados por las fluctuaciones de sus inversiones.
Algunos inversores pueden tener una alta tolerancia al riesgo y estar dispuestos a invertir en activos más volátiles en busca de una rentabilidad mayor, mientras que otros pueden tener una baja tolerancia al riesgo y preferir inversiones más seguras, incluso si eso significa rentabilidades más bajas.
Pasos para determinar el grado de cada inversor
Para determinar nuestro grado de tolerancia al riesgo es importante evaluar algunos aspectos importantes sobre nuestra situación actual. Estos son algunos pasos para ayudar a evaluarte a ti mismo:
- Evalúa tus metas financieras: define cuáles son tus objetivos financieros. ¿Estás ahorrando para la jubilación, la educación de tus hijos o para comprar una casa? Cuanto más claras tengas tus metas a corto y largo plazo, mejor podrás evaluar tu grado de tolerancia al riesgo.
- Considera tu horizonte de inversión: ¿cuánto tiempo planeas mantener tus inversiones? Si tienes un horizonte de inversión a largo plazo, es posible que puedas tolerar más riesgo. A corto plazo, es probable que desees una estrategia más conservadora.
- Evalúa tu capacidad financiera: analiza tu situación financiera actual. ¿Puedes permitirte asumir pérdidas en tus inversiones? Tener un colchón de emergencia y un presupuesto sólido son aspectos importantes.
- Reflexiona sobre tu tolerancia emocional: considera cómo te sientes acerca de la volatilidad del mercado y las pérdidas financieras. Algunas personas pueden dormir tranquilas con inversiones arriesgadas, mientras que otras pueden estresarse fácilmente.
¿Cuál es mi tolerancia al riesgo?
Una vez que hayas evaluado estos factores, puedes determinar tu tolerancia al riesgo. Las tres categorías más conocidas son:
- Conservador: prefieres inversiones de bajo riesgo y estás dispuesto a aceptar rendimientos más bajos a cambio de una mayor seguridad.
- Moderado: estás dispuesto a asumir un riesgo moderado y diversificas tu cartera con una combinación de distintas inversiones.
- Agresivo: estás dispuesto a asumir un riesgo significativo en busca de rendimientos más altos.
La tolerancia al riesgo puede variar con el tiempo, especialmente si hay cambios en tus circunstancias personales o económicas. Por lo tanto, es fundamental revisar regularmente tu tolerancia al riesgo y reajustar tu cartera de inversiones en consecuencia.
En definitiva, el nivel de riesgo que asumimos en nuestras inversiones es una parte esencial de la planificación financiera. Al entenderla y aplicarla de manera efectiva, podemos tomar decisiones de inversión que se alineen con nuestros objetivos y nos ayuden a alcanzar el éxito financiero a largo plazo. En Urbanitae contamos con diferentes tipologías de proyectos que se ajustan a todos los tipos de inversores en función del riesgo que quieran asumir.