Reciclaje urbano: otra manera de invertir en inmuebles
El reciclaje urbano consiste en la rehabilitación de edificios en desuso o localizados en áreas urbanas degradadas para transformarlos en inmuebles con un valor añadido. Una actividad que ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. La recuperación de estos activos genera un beneficio económico, social y ambiental para la zona en la que se ubican, pero también puede ser una inversión muy rentable.
El auge de este mercado es un hecho y prueba de ello es que las principales compañías especialistas en rehabilitación incrementaron su facturación en 2022 más de un 11%, según un informe publicado por Alimarket.
El reciclaje urbano se presenta como alternativa a los problemas de disponibilidad de suelo que existen en las grandes ciudades, aprovechando espacios infrautilizados. También promueve la remediación de suelos contaminados, limpiándolos y haciendo que sean seguros para un nuevo uso. Ayuda a frenar la expansión urbana descontrolada promoviendo así la densificación y evitando la pérdida de terrenos valiosos. En definitiva, contribuye a la regeneración de áreas degradadas mejorando la imagen urbana, lo que atrae inversiones, fortalece el tejido social y promueve un entorno más seguro y agradable.
En este contexto, cada vez son más las constructoras y promotoras que apuestan por este mercado, ya sea como especialistas o con líneas adicionales a la promoción de obra nueva. Se ha creado así un amplio ecosistema altamente competitivo en el que la diferenciación es clave, y la sostenibilidad, la eficiencia y la innovación adquieren en este sentido un papel fundamental. Dentro de este ecosistema encontramos compañías como:
Loiola
Perteneciente al Grupo Altuna y Uria, Loiola es una de las promotoras de referencia en el País Vasco. A lo largo de sus más de 55 años de trayectoria ha desarrollado una cartera de más de 4.000 viviendas y ha crecido con proyectos en Navarra, Cataluña y Andalucía. Muchas de sus promociones se enmarcan dentro del formato de regeneración del espacio en el que se ubican, y están diseñadas bajo la premisa de la sostenibilidad y la eficiencia energética. Dentro de esta línea se encuentra su proyecto Errekatxu (Guipuzcoa) que incluya mejoras en la movilidad, accesibilidad, servicios públicos, etc.
Chapnik & Giesen
Chapnik & Giesen centra su actividad en Madrid en el entorno próximo a la M-30. Su propuesta se basa en adquirir “chatarra inmobiliaria” y transformarla en activos de alto valor que se venden rápidamente. En el último año han completado más de 70 proyectos en los que aproximadamente el 80% de las viviendas son vendidas en el primer día. Ardemans 58 es uno de sus proyectos más recientes, un antiguo local abandonado que sirvió como templo budista y se ha rehabilitado para albergar apartamentos de lujo.
Prologis
Entre otras líneas, Prologis compra y transforma propiedades industriales abandonadas en modernos centros logísticos, parques empresariales y espacios de almacenamiento. Su cartera incluye almacenes, centros de distribución, parques industriales y espacios flexibles. Sus activos se encuentran estratégicamente ubicadas cerca de importantes centros de transporte como aeropuertos, puertos y redes de carreteras principales, para facilitar el flujo eficiente de bienes y servicios.
Neinor Homes
Fundada en 2015, Neinor Homes se ha convertido en una de las principales compañías del sector inmobiliario en el país. Además de la promoción de obra nueva, apuesta por un nuevo urbanismo transformador invirtiendo en proyectos que revitalicen zonas urbanas degradadas, así como la remodelación de zonas industriales. El área de Bolueta, en Bilbao, es una de sus actuaciones dirigidas a recuperar suelos industriales en desuso.
