Lanzamos nuestro préstamo promotor con respuesta en 7 días

Préstamo promotor

Lanzamos nuestro préstamo promotor con respuesta en 7 días

Nos alegra anunciar el lanzamiento de nuestra nueva propuesta para promotores. Es el nuevo préstamo promotor de Urbanitae, con tipos desde el 7% y respuesta en 7 días. Una solución para proyectos inmobiliarios viables a los que la financiación tradicional no está dando respuesta.

Este nuevo producto se estructura con un nivel de garantías similar al requerido por bancos y fondos:

  • propiedad del suelo sobre el que se va a promover;
  • licencia de obras concedida, y
  • un nivel de preventas de alrededor del 50%.

Una vez analizados estos criterios, Urbanitae se compromete a dar respuesta al promotor en el plazo de siete días hábiles. La propuesta contempla una financiación por tramos, con tipos de interés que arrancan en el 7%.

Con ello, nos proponemos agilizar el acceso a la financiación para proyectos viables cuya validación por parte del comité de riesgos del banco a menudo se demora durante meses. Al mismo tiempo, el préstamo promotor de Urbanitae supone una alternativa rápida y eficiente para aquellos proyectos que, por tamaño, quedan fuera del radar de los fondos de inversión.

Sabemos de las dificultades de acceso a financiación porque las hemos constatado en nuestra experiencia. Desde junio de 2019 hemos financiado ya más de 70 millones en proyectos de equity: tenemos más de 40 de estas promociones activas. “Venimos a cubrir un gap de mercado con mucho recorrido en España con una propuesta ágil y muy competitiva en cuanto a costes –señala Diego Bestard, CEO de Urbanitae–. Somos más baratos que los fondos de inversión y mucho más flexibles y ágiles que la banca”.

Los bancos, de salida del préstamo promotor

Desde la crisis de 2008, las nuevas normativas internacionales y comunitarias han ido estrechando el margen de maniobra de los bancos en el sector inmobiliario, particularmente en la financiación de suelos. Además, hasta 2019, la concesión del préstamo promotor habilitaba a los bancos a quedarse, casi de forma automática, con las hipotecas de los futuros compradores. Sin embargo, con la nueva ley hipotecaria el deudor decide si quiere cambiar de entidad. Ello hace que el principal atractivo comercial para los bancos de toda la operación quede difuminado, ocasionando el repliegue del sector.

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