El sector inmobiliario del futuro: ciudades verticales, casas parásito o casas flotantes
El mercado inmobiliario avanza, está en continua evolución y sus distintos segmentos lo hacen a su vez. Desde la revolucionaria vanguardia en los hoteles, a la reinvención de los centros comerciales, pasando por los rascacielos de madera y la evolución del sector logístico, ahora se vislumbran en el horizonte nuevos formatos de viviendas. Hoy vamos a compartir tres de estos novedosos espacios comenzando por las ciudades verticales.
Las ciudades verticales son una propuesta que surge de la falta de espacio horizontal. Actualmente, vivimos más de 7.000 millones de personas en el mundo, y creciendo, por lo que, si la población continúa expandiéndose como hasta ahora, pronto se acabarán con los espacios verdes, generando un problema medioambiental mayor. Aunque todavía es más propio de una distopía, este formato propone rascacielos de más de 500 metros de altura en los que el ciudadano cuente con todas sus necesidades diarias: casa, oficina, escuela, hasta parques y supermercados, en el mismo edificio. Con este sistema se reducirían las distancias haciendo que se pudiese ir caminando a todas partes, y, por lo tanto, utilizando muchos menos coches. Asimismo, gracias a este método, se estima que se produciría un ahorro de energía de hasta un 75% y una disminución del 90% de las emisiones contaminantes.
En la misma línea aparecieron las casas parásito, que quieren solucionar el problema de la falta de viviendas en las grandes ciudades aprovechando los tejados, azoteas, espacios entre edificios y fachadas que permitan adosar una pequeña residencia a ella. Consisten en inmuebles de apenas 15 metros cuadrados con un espacio multifuncional y un dormitorio en la parte superior. Los materiales utilizados, además, favorecen la sostenibilidad al ser en su mayor parte de madera.
De igual modo, para paliar el problema de la falta de suelo disponible ante el imparable aumento de la población, otra de las opciones que aparecen son las casas flotantes. Vivir en un barco encima de los ríos o canales más destacados de las principales ciudades del mundo no es tan descabellado como suena. Es más, urbes como Ámsterdam ya cuentan con más de 2.500 barcos repartidos en sus 100 kilómetros de canales, o Sausalito, una pequeña población cerca de San Francisco (EEUU), cuenta con una “barriada” de más de 400 casas flotantes. Pero ya no son embarcaciones como en las que vivían los antiguos pescadores o los hippies de los años de postguerra, hoy en día cuentan con todo lujo de detalles y muy en línea con los conceptos de sostenibilidad y materiales ecológicos.