De la oficina tradicional a los ‘open spaces’: así han evolucionado los espacios de trabajo

De la oficina tradicional a los ‘open spaces’: así han evolucionado los espacios de trabajo

Evolución espacios de trabajo

Los espacios de trabajo han cambiado significativamente en los últimos años al ritmo de la propia evolución de la sociedad española. En los años 80 y 90, el 40% de las oficinas se caracterizaba por disponer de puestos de trabajo cuadriculados y despachos independientes. Una tendencia que fue disminuyendo a finales del siglo XX hasta solo representar el 15% a principios de los años 2000. Este descenso inclinó la balanza a favor de los puestos de trabajo individuales en áreas más abiertas, que a comienzos del nuevo siglo ya suponían el 65% de la oficina.

Así lo pone de manifiesto el estudio More than one, elaborado por el fabricante de mobiliario de oficina de diseño Ofita, que destaca que las zonas de interacción son los espacios más demandados en los diseños de las oficinas actuales y que prevé, además, que en 2020 el 60% del espacio laboral sea colaborativo. 

De esta manera, de la oficina tradicional se ha pasado al coworking, al coliving y al flexiworking. Un cambio de tendencia hacia los open spaces que también se ha dejado notar en la inversión inmobiliaria en el sector de las oficinas, que superó los 800 millones de euros en nuestro país en el primer trimestre del año, la más alta desde 2008, según la consultora Savills Aguirre Newman.

En este sentido, la contratación de espacios coworking se incrementó un 20% en Europa en 2018 y acaparó el 9,9% de la absorción de superficies de oficinas, según el informe Flexible Office Space elaborado por Savills y Workthere. Un fenómeno que continúa expandiéndose en España y que, a partir de este estudio, alcanzará hasta un 30% del mercado total de oficinas en 2030.

El coworking ha evolucionado hacia el coliving, una fórmula donde los profesionales, además de compartir un lugar de trabajo, conviven con sus compañeros bajo el mismo techo. Se trata de un coworking pero con habitaciones privadas y zonas comunes, como cocina, aseos y comedor, en las que los inquilinos tienen la posibilidad de establecerse durante semanas o meses. Una tendencia que, como ya señalaba Urbanitae, será la mejor alternativa para vivir en las ciudades en el año 2030, según prevé el estudio one shared house 2030, elaborado por IKEA a nivel mundial.

Describir hoy cómo será el espacio de trabajo del futuro es demasiado aventurado, pero sí sabemos gracias a Steelcase, compañía especializada en el diseño de espacios de trabajo, cuáles son las cinco zonas que toda oficina debería tener para aumentar el bienestar de las personas.

  • Colaboración: debe estar dotada de suficientes espacios o salas de reuniones donde poder colaborar.
  • Concentración: son necesarias zonas que fomenten la concentración y que ayuden al cerebro a pensar mejor.
  • Aprendizaje: tiene que haber áreas específicas para el intercambio de conocimiento en el que todos enseñemos y todos aprendamos.
  • Regeneración: los espacios deben fomentar el espíritu de equipo y poner en valor las relaciones con los demás.
  • Relajación: las zonas para relajarse y recargar pilas son claves. Desconectar para volver a conectar.

Publica un comentario