Parques tecnológicos: un nuevo foco para la inversión inmobiliaria
Last Updated on 30 junio 2025 by Urbanitae
En los últimos años, los parques tecnológicos en España se han consolidado como auténticos motores de innovación y desarrollo económico, cuyo impacto trasciende ampliamente el ámbito científico. Ubicados estratégicamente, a menudo en áreas industriales o cerca de universidades y centros de investigación, estos espacios están diseñados para fomentar la colaboración entre empresas, instituciones y el mundo académico. Tienen su origen en la década de los noventa, cuando comenzaron a desarrollarse como instrumentos para dinamizar regiones industriales y reforzar la colaboración entre universidad y empresa.
El Parque Científico y Tecnológico Cartuja de Sevilla, surgido tras la Expo del 92, fue uno de los primeros ejemplos emblemáticos de este modelo. Desde entonces han evolucionado hacia entornos que concentran actividad económica de alto valor, edificaciones modernas y servicios avanzados que los convierten en activos clave dentro del mercado inmobiliario. Los parques tecnológicos no solo acogen empresas innovadoras, sino que generan una demanda creciente de oficinas modernas, suelo industrial de calidad y viviendas bien conectadas.
51 parques tecnológicos en España
España cuenta con 51 parques integrados en la Asociación APTE que, según los datos más recientes de 2023, acogieron a 5.908 empresas líderes en sectores como tecnología, ingeniería y salud. Estas compañías generaron una facturación de 28.917 millones de euros, con un incremento del 15% respecto al año anterior, y dieron empleo a 161.435 personas, incluyendo 38.656 profesionales dedicados a I+D. La inversión en investigación alcanzó los 1.701 millones de euros, reflejando una alta concentración de talento y conocimiento. Este dinamismo convierte a los parques tecnológicos en imanes de inversión inmobiliaria, garantizando una alta ocupación, estabilidad de rentas y una demanda creciente de espacios de alta calidad.
Desde la perspectiva inmobiliaria, lo más relevante es la superficie que ocupan estos parques y el tipo de suelo que ponen en juego. La variedad es notable. Algunos desarrollos están claramente enfocados al uso industrial, comercial y logístico, con grandes parcelas disponibles, como es el caso del Parque Tecnológico de Leganés, que alcanza una superficie de más de 2,8 millones de metros cuadrados. Otros espacios se centran en usos más especializados, como el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria, con algo más de 237.000 metros cuadrados distribuidos en zonas diferenciadas enfocadas especialmente en la innovación, la tecnología y la investigación.
También destaca Technopark Motorland, en Teruel, que supera los 212.000 metros cuadrados, especialmente enfocado a la automoción y la movilidad.
En el sur, el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA) ocupa unas 28 hectáreas y está orientado a sectores agroalimentarios, biotecnológicos y energéticos.
Cada uno de estos desarrollos muestra una estrategia diferenciada, pero con un denominador común: la planificación urbana y la inversión en instalaciones como palancas de desarrollo económico.
Nuevo imán para los centros de datos
Algunos parques están empezando también a atraer inversiones asociadas a otro tipo de infraestructuras, como los centros de datos, que requieren amplias parcelas, capacidad eléctrica garantizada y conectividad. Un ejemplo reciente es el del “Proyecto Altamira” en Cantabria, impulsado por Stoneshield Capital a través de su filial XDC Properties. Este proyecto contempla una inversión global de 3.600 millones de euros para crear un campus tecnológico con un centro de datos de 500 MW de potencia. El proyecto se asentará en más de 370.000 metros cuadrados y contempla también una planta fotovoltaica de 75.000 metros cuadrados. Aunque su arranque está previsto para 2025, con una puesta en marcha progresiva hasta 2032, ya está generando expectativas tanto en el ámbito tecnológico como en el inmobiliario.
La empresa Sarenet construirá también un nuevo centro de datos en el Parque Tecnológico de Bizkaia con una inversión de 20 millones de euros. Este tipo de activos son cada vez más demandados por inversores por sus contratos a largo plazo, baja rotación de usuarios y rentas elevadas asociadas a su carácter estratégico para las empresas.
Operaciones destacadas en el último año
Grandes proyectos, adquisiciones relevantes y expansiones en toda España confirman que el sector inmobiliario vinculado a la innovación está más activo que nunca. Estos son algunos ejemplos:
Madrid
En el último año, se han producido operaciones reseñables vinculadas a parques tecnológicos que ponen de relieve el creciente interés del capital por este tipo de activos. Es el caso de la venta del Parque Tecnológico de Getafe por parte de Siemens. La operación, cerrada con la sociedad francesa Alderan a través de su fondo Comète, supuso el traspaso de un activo inmobiliario de 21.450 metros cuadrados, que incluye 18.350 metros de oficinas, 3.100 de uso logístico y 428 plazas de aparcamiento. Aunque no se ha hecho pública la cifra de la operación, se trata de un complejo con una ocupación cercana al 100 %. Esta transacción confirma el apetito por activos logísticos y tecnológicos bien situados y con inquilinos de alta solvencia.
En mayo de 2025 se presentó el nuevo Madrid Innovation District, un desarrollo sobre 85 hectáreas promovido por el Real Madrid y el Ayuntamiento en Valdebebas. Con una inversión global prevista de 8.500 millones de euros y capacidad para generar 25.000 empleos, se proyecta como un ecosistema urbano con usos mixtos (oficinas, centros de datos, residencias y formación).
País Vasco
Otro movimiento relevante lo encontramos en el País Vasco, donde el Parque Tecnológico de Euskadi ha anunciado su crecimiento hacia Illunbe, en San Sebastián, con la colaboración del ayuntamiento. Esta ampliación permitirá acoger nuevos proyectos empresariales, como el liderado por Columbus Venture Partners, y refuerza el valor estratégico de los parques como contenedores de suelo terciario preparado para iniciativas de alto valor añadido.
Andalucía
Málaga TechPark, con más de 700 empresas y una facturación anual que supera los 4.000 millones, opera prácticamente al 100% de ocupación. Además, sigue ampliando su red de socios institucionales, como la reciente incorporación de un nuevo socio institucional desde Baleares, lo que refuerza la proyección interregional del parque. El alto nivel de ocupación y la estabilidad del ecosistema lo convierten en un caso ejemplar de rentabilidad a largo plazo para inversores inmobiliarios.
Cataluña
Por último, el Parque Científico de Barcelona alcanzó plena ocupación en 2024, captando 124 millones de euros en inversión, principalmente privada. La falta de espacio disponible está acelerando los planes de ampliación, lo que representa una señal clara de presión de demanda y, por tanto, de oportunidad para el desarrollo de nuevos activos.