MeiT: profesionalización del alquiler temporal en el mercado inmobiliario

MeiT: profesionalización del alquiler temporal en el mercado inmobiliario. MeiT: professionalizing mid-term rentals in the real estate market. MeiT : professionnalisation de la location temporaire sur le marché immobilier. MeiT: professionalizzazione dell’affitto temporaneo nel mercato immobiliare. MeiT: profissionalização do arrendamento temporário no mercado imobiliário. MeiT: Professionalisierung der Zwischenmiete im Immobilienmarkt.

MeiT: profesionalización del alquiler temporal en el mercado inmobiliario

Last Updated on 28 agosto 2025 by Equipo Urbanitae

MeiT es una plataforma que digitaliza el alquiler por meses, combinando tecnología, verificación y acompañamiento humano para ofrecer una alternativa segura al caos del alquiler entre particulares. Nació como respuesta a un problema real: ayudar a estudiantes internacionales a evitar fraudes. Hoy opera en varias ciudades y aspira a profesionalizar un segmento en auge. Hablamos con Jaime Cerezo, CMO y cofundador, sobre cómo están liderando ese cambio.

Una de vuestras claves es la verificación física del inmueble y la custodia del dinero. ¿Cómo conseguís escalar ese modelo a medida que entráis en nuevas ciudades?

La verificación no es presencial en cada inmueble –sería poco operativo–. Escalar ese modelo ha sido uno de nuestros muchos retos, y también una de nuestras mayores ventajas competitivas. Lo hemos conseguido combinando tecnología con un procesamiento inteligente de documentación.

Permitimos que la publicación de inmuebles sea libre y autónoma, y verificamos todos los anuncios, aunque no todos se validan de inmediato; depende del volumen de publicaciones. En cuanto hay una solicitud de visita o de alquiler sobre un inmueble no verificado, se prioriza y se verifica antes de continuar con la operación.

Además, custodiamos el dinero hasta que el inquilino confirma que todo está en orden. Así garantizamos una seguridad real en la transacción, que es uno de los pilares de nuestra propuesta de valor. Y gracias a un método claro y estructurado, podemos replicar nuestro modelo en cualquier ciudad, manteniendo el mismo nivel de control, tanto si estamos en Madrid como si mañana lanzamos en Sevilla o Lisboa.

Habéis cerrado ya varias rondas de financiación. Desde vuestra experiencia, ¿qué buscan hoy los inversores en una proptech en crecimiento como MeiT?

Depende mucho del perfil, pero en nuestro caso –con business angels como principales inversores– lo que más valoran es la visión, la capacidad de ejecución y el hecho de que estemos resolviendo un problema real con un modelo escalable. En un marketplace como MeiT, lo fundamental es alcanzar ese volumen crítico que permite que las transacciones fluyan de forma autónoma dentro de la plataforma.

Más que métricas excesivamente técnicas, lo que realmente observan es la tracción: crecimiento en unidades publicadas, usuarios registrados, actividad dentro de la plataforma… y, por supuesto, ingresos. Eso nos importa a todos: al equipo, porque marca la sostenibilidad del modelo; y a los inversores, porque valida el negocio. Esa evolución es la que genera confianza en que estamos construyendo algo sólido, con potencial real de alcanzar el break-even operativo. De hecho, ya lo hemos conseguido en algunos meses, y eso demuestra que vamos por buen camino.

Operáis ya en Madrid, Barcelona y Valencia. ¿Qué factores tenéis en cuenta antes de entrar en un nuevo mercado? ¿Qué diferencias habéis detectado entre estas plazas?

No abrimos ciudades al tuntún. Seguimos un criterio claro: analizamos la demanda de alquiler temporal, el tipo de oferta disponible, la conectividad y el entorno normativo. Además, aplicamos filtros objetivos como el tamaño poblacional, el número de universidades y la rotación esperada de inquilinos.

Es cierto que, al tener un enfoque B2B, muchas veces son nuestros propios partners quienes nos impulsan a abrir en una ciudad. Si cerramos una colaboración con un operador en Madrid o Barcelona, es bastante habitual que ese mismo operador ya esté presente en otra ciudad. Eso para nosotros es una validación potente, pero no suficiente por sí sola. Aunque el partner tenga presencia, aplicamos nuestros propios criterios antes de activar cualquier operación. Si la ciudad encaja, la abrimos y nos encargamos de generar el tráfico para que puedan operar con éxito.

Madrid es puro volumen y madurez. Barcelona tiene un gran atractivo internacional, aunque con una regulación más exigente. Valencia, sin duda, ha sido una de las sorpresas: buena conectividad, precios más razonables y una demanda joven y dinámica.

“El alquiler temporal es más rentable que el tradicional y mucho más estable y gestionable que el turístico.”

Ahora mismo, no se trata de estar en todas partes, sino de estar bien dónde estamos y asegurarnos de que, cuando entramos en una ciudad, podemos cumplir lo que prometemos: llenar viviendas para los propietarios y brindar confianza real a quienes buscan casa. Eso es MeiT.

Dicho esto, tenemos un plan ambicioso: en los próximos meses queremos estar también en ciudades como Málaga, Sevilla o Bilbao. El mercado se está moviendo rápido, y nosotros con él.

¿Hacia dónde queréis llevar MeiT en los próximos años? ¿Tenéis planes de ampliar servicios, abrir nuevos verticales o incluso internacionalizar la plataforma?

Queremos que MeiT se convierta en el sinónimo de alquilar por meses en España. Ese es nuestro foco: consolidar nuestra posición en el alquiler de temporada, ese espacio que se encuentra entre la estancia turística y el alquiler tradicional de larga duración. Y lo queremos hacer bien, siendo algo más que un portal: una herramienta real de gestión, verificación y acompañamiento para quien necesita una vivienda por unos meses, sin el ruido ni la rigidez de otros modelos.

No descartamos abrir verticales como el alquiler residencial tradicional o integrar a nuevos actores, como agencias inmobiliarias, que pueden beneficiarse enormemente de nuestra tecnología en sus procesos de alquiler.

Antes de internacionalizar, lo que toca es afianzar nuestro modelo en España; no en todas las ciudades, pero sí en aquellas que, por demanda, conectividad y rotación, encajan con nuestro público: personas en movilidad, tanto internacional como interprovincial.

En resumen, queremos que alquilar por meses tenga nombre propio. Y ese nombre sea MeiT.

El alquiler temporal se sitúa entre el modelo tradicional y el turístico. ¿Qué ventajas ofrece para propietarios e inversores? ¿Qué barreras persisten aún?

El alquiler temporal ofrece un equilibrio muy interesante: es más rentable que el alquiler tradicional y mucho más estable y gestionable que el turístico. Para un propietario o inversor, eso se traduce en ingresos sólidos sin la exigencia operativa diaria de una vivienda vacacional.

Además, la demanda está creciendo y es cada vez más diversa: estudiantes internacionales, profesionales en movilidad, nómadas digitales… Perfiles solventes, con estancias de varios meses y necesidades claras. Se trata de una rotación más controlada, que permite ajustar precios sin entrar en una guerra diaria por la ocupación.

Ahora bien, todavía existen barreras. La principal es la ausencia de un marco normativo claro y homogéneo. Cada ciudad lo interpreta a su manera, y eso genera incertidumbre. A ello se suma la falta de profesionalización: aún son muchos los particulares que gestionan este tipo de alquiler con herramientas que no están diseñadas para ello. Ni la LAU ni el modelo turístico encajan del todo.

Ahí es donde entra MeiT: ofrecemos la tecnología y el acompañamiento que este tipo de alquiler necesita para profesionalizarse y escalar. Porque este modelo tiene muchísimo potencial, pero requiere estructura. Y eso es justo lo que aportamos.

España es un destino clave para estudiantes internacionales, nómadas digitales y jóvenes profesionales. ¿Qué tendencias estáis observando en ese tipo de demanda?

Lo que observamos es una demanda cada vez más exigente, más informada y mucho más digital. Pero también más humana en sus decisiones: quieren poder reservar online, sí, pero necesitan confianza real en lo que están alquilando.

Los estudiantes internacionales buscan estancias de varios meses (de 4 a 10), valoran la cercanía a las universidades, la seguridad de la zona y la posibilidad de compartir piso. Vienen con todo planificado, pero necesitan una plataforma que les ofrezca garantías desde el primer momento.

Los nómadas digitales son más flexibles (de 1 a 6 meses), se mueven entre ciudades y valoran que el proceso sea ágil, sin papeleo innecesario. Para ellos, son claves la conectividad, un espacio adecuado para trabajar y la libertad de entrar y salir sin complicaciones.

Y los jóvenes profesionales –cada vez más frecuentes en contextos de movilidad laboral– buscan viviendas bien equipadas, contratos claros y agilidad en todo el proceso. No quieren perder tiempo ni encontrarse con condiciones absurdas.

Todos ellos tienen algo en común: buscan facilidad, flexibilidad y confianza. Y por eso el modelo de alquiler por meses está creciendo tanto: porque encaja con la forma en que viven hoy estas personas.

“Hoy por hoy, el alquiler por meses se mueve en un limbo entre el corto y el largo plazo.”

¿Qué oportunidades creéis que ofrece el alquiler por meses y que aún no están suficientemente exploradas en el mercado inmobiliario?

El alquiler de temporada no está en una fase embrionaria, pero sí en una etapa muy temprana, similar a la que vivía Airbnb hace 14 o 16 años. Y eso abre un escenario lleno de oportunidades.

En su momento, cuando Airbnb entró en España, apenas existían agencias especializadas en la gestión de apartamentos turísticos. Hoy, ese ecosistema es gigantesco. Ese tipo de evolución es precisamente lo que puede ocurrir con el alquiler por meses: surgen nuevas necesidades y, con ellas, nuevos modelos de negocio.

Este modelo acabará heredando lo mejor de ambos mundos: la agilidad y experiencia del sector vacacional, y la estructura y solvencia del alquiler residencial. Ese patrón híbrido ya empieza a verse en players que están alcanzando un alto grado de profesionalización, y es ahí donde entra el flex living. Hablamos de promociones diseñadas desde plano para este estilo de vida: unidades optimizadas, espacios compartidos, servicios integrados… todo pensado para la flexibilidad.

Hoy por hoy, el alquiler por meses se mueve en un limbo entre el corto y el largo plazo. Y ese vacío, lejos de ser un problema, representa el terreno fértil donde nacerán muchas de las próximas oportunidades del sector. Porque la demanda ya existe; lo que falta es estructura.

El sector inmobiliario ha sido históricamente lento en adoptar tecnología. Como emprendedores jóvenes, ¿qué papel creéis que puede jugar vuestra generación en la transformación del mercado?

Nuestra generación está justo en el punto de unión entre dos mundos. Por un lado, los inquilinos más jóvenes –internacionales, digitales, móviles– ya no conciben un proceso que no sea 100 % online. Quieren reservar, pagar y firmar desde su móvil, pero también saber que, si tienen una duda o necesitan apoyo, hay alguien real al otro lado. Y si desean visitar el piso antes de reservar, también pueden hacerlo. La digitalización no debe condicionar el proceso, sino hacerlo más accesible y seguro.

Por otro lado, los grandes tenedores suelen provenir de estructuras corporativas en las que ya han trabajado con tecnología para facilitar la gestión y la operativa diaria. Son perfiles que tienen interiorizados sistemas de gestión de inventario –los llamados PMS (Property Management Systems)– y están acostumbrados a trabajar con integraciones. En MeiT, desde el principio nos preparamos para conectarnos con esos sistemas, lo que nos permite volcar carteras de cientos o miles de unidades en días, no en meses. Esa agilidad es clave para escalar.

Y luego están los particulares, muchos de ellos con experiencia previa en plataformas como Airbnb. Si les das una herramienta intuitiva, clara y con buen soporte, la usan sin problemas. De hecho, muchos son muy proactivos una vez entienden el sistema.

El precedente lo marcó Airbnb: sin atención telefónica ni procesos tradicionales, logró que toda una generación de propietarios se adaptara a una forma completamente nueva de alquilar. Hoy, muchos de nuestros usuarios vienen de ahí y nos piden funcionalidades que aún no existen en el alquiler por meses.

La clave está en saber qué digitalizar, cómo hacerlo y para quién. Por eso, en MeiT ya gestionamos la presentación digital de la documentación y la firma del contrato de alquiler de temporada de forma asíncrona, lo que permite cerrar operaciones sin fricciones, incluso con diferencias horarias o entre países.

Nuestra generación puede liderar este cambio no solo porque entiende la tecnología, sino porque también comprende a los nuevos usuarios. Queremos construir un modelo que funcione para todos: rápido, seguro y humano. Porque transformar un sector no consiste en aplicar una capa digital, sino en repensarlo desde dentro.

About the Author /

diego.gallego@urbanitae.com

Post a Comment