“Hace tres años Urbanitae era una startup, y se notaba a nivel estructural”
Cuando hablamos de inversiones, las personas son lo primero. No se trata solo de dar confianza a nuestros inversores, para lo que nos esforzamos en seleccionar los mejores proyectos y proporcionar información transparente sobre todos ellos. También es necesario que nuestra manera de trabajar refleje nuestros valores, y eso empieza por el equipo. Cuando Nacho Oncina entró en Urbanitae, no llegábamos a 20 empleados. Hoy estamos cerca de 70. Pero mantenemos la misma esencia. Hablamos con él de estos tres años como diseñador en Urbanitae.
¿Cómo es una jornada de trabajo típica de Nacho Oncina en Urbanitae?
Mi jornada típica toca muchos palos, según las necesidades del momento: si hay proyecto a la vista, grabo a Diego Bestard y posteriormente edito y publico el vídeo que acompaña la ficha de proyecto. También edito el resto de material de vídeo que publicamos en Urbanitae, como los webinars, los shorts que publicamos en TikTok o las entrevistas de Entre el punto y la U, y preparo los audios que publicamos en nuestro podcast.
Otra cosa de la que me encargo es de la maquetación de las landing pages que usamos para diferentes campañas. Y, además, me encargo del mantenimiento de nuestro blog, entre otras cosas. No me aburro.
Nacho, has hecho casi de todo, desde trabajar en la construcción a tener una tienda de ropa, pasando por el periodismo. ¿Qué experiencia te ha marcado más?
Creo que lo que más me marcó fue tener la tienda de ropa. Fue a finales de los 90, una época en la que Madrid vivía un momento de ebullición cultural y musical, y la tienda estaba en la calle Fuencarral, entre Chueca y Malasaña, así que imagina… Me permitió conocer nuevos ambientes y subculturas bastante interesantes. Además, el trabajo cara al público es muy bonito y te enseña muchísimo.
¿Cuál no repetirías?
Jamás volvería a la construcción, es un trabajo muy duro y al que tengo mucho respeto. Además de la exigencia física, trabajar a la intemperie, con temperaturas muy bajas o muy altas según la estación, con lluvia, con sol, con heladas… Creo que la mayoría de la gente que trabaja en el sector servicios no es consciente de la suerte que tiene.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en Urbanitae?
¿Además del aire acondicionado? No, ahora en serio. Lo que más me gusta es el equipo que me rodea. Sé que puede parecer una respuesta bienqueda, pero es que es la realidad. Todo el mundo es muy majo en la empresa, pero es que, además, dentro del departamento se ha creado un buen rollo muy especial, nos reímos mucho y eso hace el día a día muy llevadero.
“La gente que trabaja en el sector servicios no es consciente de la suerte que tiene”
Otra cosa que me gusta son los nuevos retos. Diego, nuestro director, siempre está inventando y, personalmente, en los tres años que llevo con él me ha hecho sacar lo mejor que puedo dar y aprender mucho en el proceso. No debería decir esto, que luego se viene arriba…
¿Y lo que menos?
Los tiempos vertiginosos con los que trabajamos, ya que hay momentos en los que tienes varios frentes abiertos y hay que pausarlo todo para dar prioridad a los proyectos que financiamos –lógicamente–. En momentos así surge el estrés… Pero capeamos el temporal con profesionalidad hasta que vuelve a salir el sol.
¿Cómo ha cambiado Urbanitae desde que entraste en 2021?
Hace tres años Urbanitae era una startup. Consolidada, pero startup, y se notaba a nivel estructural y organizativo, casi de empresa familiar. Éramos 20 personas y se manejaba todo con facilidad. Ahora somos unos 70 –cifra que aumentará en las próximas semanas–, con una estructura empresarial completamente delimitada, y ya hay gente de reciente incorporación cuyo nombre no estoy seguro de recordar… Puede que estemos perdiendo el “romanticismo” de los primeros años, pero bueno… Empiezo a ser un señor mayor que mira con nostalgia los años pasados.
Sabemos que eres un lector empedernido. ¿Qué libro recomendarías a nuestro equipo de Real Estate?
Al equipo de Real Estate le quiero mucho, aunque –siempre desde el cariño– sea el blanco preferido de mis bromas. Se me ocurren muchas obras que recomendarles, ya que sé que realmente aprecian su lectura. Pero me quedo con un clásico: Germinal, de Émile Zola.
Desde tu punto de vista, ¿qué recorrido le ves a la inversión en crowdfunding inmobiliario?
Considero que es una modalidad de inversión que tiene mucho recorrido. En Urbanitae nos propusimos que todo el mundo pudiese acceder a ella desde una pequeña cantidad –500 euros–, y estamos viendo que es un éxito, ya que lo que antes era algo reservado para iniciados ahora es accesible para gente no experta pero que quiere obtener algo más de rentabilidad en sus ahorros que las migajas que ofrecen los bancos.
¿Cuándo te podremos ver de nuevo tras una mesa de DJ?
Pues la verdad es que para las próximas semanas no tengo nada cerrado en ningún club madrileño, principalmente porque llevo tiempo enfocado en mi serie de pódcast, Motions Radioshow y, sobre todo, en montar con mis socios una pequeña agencia/roster de DJs con el propósito de musicalizar eventos privados y corporativos.