Mitos de la inversión en crowdfunding inmobiliario
La mayor parte de los mitos sobre la inversión en crowdfunding inmobiliario tienen que ver con la reputación del ladrillo como inversión. En efecto, como toda inversión, el crowdfunding también tiene riesgos. Pero, dada la naturaleza del activo que toma como base –la vivienda de obra nueva–, se trata de una inversión con una buena combinación de rentabilidad y riesgo.
En este artículo, examinamos cuatro mitos sobre la inversión en crowdfunding inmobiliario que, como todo mito, son falsos y alejan a potenciales inversores. El objetivo que nos proponemos no es tanto recomendar la inversión en crowdfunding inmobiliario como desentrañar percepciones erróneas que impiden fundamentar bien la decisión de inversión que finalmente tomes.
Mito 1: “Solo los expertos pueden invertir en crowdfunding inmobiliario”
Este mito se basa en la idea equivocada de que la inversión a través del crowdfunding inmobiliario es exclusiva para expertos en finanzas o inversores experimentados. En realidad, las plataformas de crowdfunding están diseñadas para ser accesibles para cualquier persona interesada en invertir en bienes raíces –un activo que todo el mundo conoce–. Las plataformas ofrecen usualmente información clara y detallada sobre cada oportunidad, lo que permite a cada inversor –incluso si es novato– tomar decisiones informadas.
Mito 2: “El crowdfunding inmobiliario es una inversión muy arriesgada”
Si bien toda inversión conlleva cierto nivel de riesgo, el crowdfunding inmobiliario no es inherentemente más arriesgado que otras formas de inversión. Primero porque el sector inmobiliario es bastante estable, se considera una buena reserva de valor y suele apreciarse a largo plazo a un ritmo superior a la inflación. Además, las plataformas de crowdfunding inmobiliario suelen ofrecer diversificación, al permitir a los inversores distribuir su capital en múltiples proyectos que difieren en segmento, ubicación, estructura, etc. Por otra parte, como decíamos, la transparencia y la información que proporcionan las plataformas ayudan a evaluar y gestionar mejor los riesgos.
Mito 3: “La inversión en crowdfunding inmobiliario es complicada y requiere mucho tiempo”
Contrario a esta percepción, invertir a través del crowdfunding inmobiliario puede ser sorprendentemente simple y rápido. Las plataformas están diseñadas para ser intuitivas y fáciles de usar, permitiendo a los inversores examinar y participar en proyectos con apenas unos pocos clics. (Eso no quiere decir que debamos precipitar nuestra decisión de invertir, ni dejarnos llevar por excesos de confianza o modas). Además, muchas plataformas se encargan de la gestión operativa de los proyectos, liberando a los inversores de la carga de manejar aspectos como la administración y el mantenimiento.
Mito 4: “La rentabilidad de la inversión en crowdfunding inmobiliario es baja”
Existe la creencia errónea de que las ganancias potenciales en el crowdfunding inmobiliario son marginales en comparación con otras formas de inversión. Sin embargo, varios proyectos exitosos han demostrado rendimientos atractivos para los inversores. Si bien no está exento de riesgos, el crowdfunding inmobiliario puede ofrecer rendimientos competitivos, especialmente cuando se eligen proyectos sólidos y se diversifica adecuadamente la cartera. En el caso de Urbanitae, tras más de 30 proyectos completados, la rentabilidad anual promedio es hoy del 16%.
Conclusión
Desmitificar las ideas erróneas en torno al crowdfunding inmobiliario es fundamental para comprender su potencial y los beneficios que ofrece a los inversores. Al brindar accesibilidad, transparencia y oportunidades de diversificación, estas plataformas están cambiando la forma en que se invierte en bienes raíces. Así lo demuestra la realidad del sector en Europa, que se ha multiplicado por ocho en los últimos cinco años. Y, en España, el crecimiento que lidera Urbanitae, con más del 60% de la cuota del mercado.
En resumen, el crowdfunding inmobiliario representa una oportunidad emocionante para inversores de todos los niveles. Con la debida diligencia y comprensión de los riesgos, esta forma de inversión puede abrir puertas a un mundo de oportunidades financieras –y rentabilidades atractivas– antes inaccesibles para la gran mayoría.