La inflación vuelve a subir: ¿cómo acabará 2023?

La inflación vuelve a subir en agosto, pero ¿cómo acabará el año?

La inflación vuelve a subir: ¿cómo acabará 2023?

Desde que empezaran a subir en julio de 2022, los precios siguen inusualmente altos. El último dato del IPC no ofrece buenas noticias. La inflación vuelve a subir en agosto, hasta el 2,6% anual, tres décimas más que en julio. 

La inflación subyacente –es decir, la que no tiene en cuenta alimentos no elaborados ni productos energéticos– sigue en niveles históricamente altos, aunque baja una décima, hasta el 6,1% anual. ¿Qué ha ocurrido este mes? 

Si tienes un coche con motor térmico, seguramente ya lo has adivinado. El encarecimiento de los carburantes es el principal responsable del aumento de la inflación en agosto. La tasa del grupo Transporte se ha situado en el 1,2%, seis puntos y medio más que en julio. La gasolina y los lubricantes subieron en agosto, justo lo contrario de lo que ocurrió en el mismo mes del año pasado.

Por otro lado, el grupo que más ha contribuido a bajar el IPC es el de vivienda. ¿Eso es que las viviendas son más baratas? Nada más lejos. La variación de -18% ni siquiera responde a una bajada en los precios: se debe a que la electricidad subió menos en agosto de este año que en agosto de 2022. También restan al IPC anual los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que disminuyen su variación tres décimas, hasta el 10,5%, y los hoteles, cafés y restaurantes, que con una tasa del 6,4% mejoran una décima la del mes anterior. 

La inflación vuelve a subir en agosto en España

Entre las buenas noticias, hay que destacar que los precios de los alimentos elaborados han crecido a menor ritmo en agosto, hasta el 10,9%. Como es también evidente para la mayor parte de los hogares, el encarecimiento del aceite de oliva ha sido notable: del 8,7%. 

¿Qué pasará con la inflación hasta final de año?

Estamos en una fase de desaceleración, pero, como reflejan los datos, es lenta. Sin embargo, Funcas calcula que la inflación general seguirá subiendo por el efecto escalón en la inflación de los combustibles. Según este think tank, la tasa de inflación anual cerrará el año en el 4,9%, muy lejos por tanto del objetivo comunitario del 2%. Eso sí, la subyacente bajará del 6,1% actual hasta el 4,6%, de acuerdo con Funcas.

Si miramos a Europa, observamos la misma tendencia. La Comisión Europea señala en su Summer 2023 Economic Forecast que la inflación se ha ido moderando durante el primer semestre del año. Entre las razones, cita el descenso en los precios de la energía y las menores presiones existentes sobre los alimentos y los bienes industriales. Se estima que los precios energéticos seguirán bajando en lo que queda de año, aunque a un ritmo menor. En 2024, por el contrario, subirán de nuevo ligeramente, por el petróleo.

Por lo demás, la Comisión prevé que el índice armonizado –el más adecuado para las comparaciones entre países– seguirá disminuyendo y cerrará el año en el 6,5%, dos décimas menos de lo que estimaba en primavera. En la zona euro, la inflación bajará hasta el 5,6% a final de año y al 2,9% en 2024. 

En conclusión, la inflación vuelve a subir en agosto en España, pero la tendencia de fondo es positiva. El proceso que comenzó a finales de 2021 como consecuencia de la reapertura de muchos sectores tras la pandemia se vio reforzado, a finales de marzo de 2022, por el comienzo de la guerra en Ucrania y su impacto sobre los costes de la energía. La moderación de ambas causas ya ha comenzado a rebajar la presión sobre los precios en la primera mitad de 2023. Salvo sorpresas, eso es lo que seguirá ocurriendo en lo que queda de año y el siguiente

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