El sector residencial apuesta por la energía sostenible
Solo quedan 12 meses para que entre en vigor la normativa europea que exija a toda nueva edificación unas medidas de eficiencia energética máxima y un nivel de consumo nulo o muy bajo. La Directiva 2010/31/UE, del 19 de mayo, que comenzará a regir a partir del próximo 31 de diciembre, así lo dictamina, las casas de nueva construcción guardarán mejor el calor, estarán más aisladas y se ventilarán a través de un sistema automatizado.
Pero esto no es lo único que está tiñendo de verde el mercado inmobiliario. El primer contacto con una casa cuando se quiere ser propietario ya puede estar dotado de esta tendencia eco. Las hipotecas verdes o ecohipotecas son nuevos productos financieros con condiciones muy competitivas que ofrecen los bancos a aquellos que apuestan por residencias con eficiencia cerca de la calificación ‘A’ del Certificado de Eficiencia Energética (CEE) del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Estos inmuebles, que prácticamente cuentan con la calificación ‘A’, son las denominadas Passivhaus o casas pasivas, una tipología de vivienda diseñada y edificada para lograr un ahorro energético de entre un 70 y un 90% respecto a una convencional. Sus características principales son paredes exteriores con un aislamiento término óptimo, una orientación que favorezca la mayor absorción de calor para su posterior retención, las ventanas, por su parte, no deberán tocarse el cristal interior con el exterior para así evitar la pérdida de temperatura, entre otras medidas y materiales que hagan del hogar un lugar ecológico y sostenible.
Por último, además del diseño y los materiales, desde el interior de la vivienda se puede contribuir al medio ambiente empleando gadgets y sistemas de almacenamiento y autoconsumo que mejoren la eficiencia. La domótica y empresas como Ampere Energy, que comercializa sistemas integrados de almacenamiento inteligente de energía, son los ejemplos para favorecer desde dentro al planeta.