Urbanitae, la seguridad y Lemonway
Urbanitae es una plataforma de crowdfunding en donde muchos pequeños inversores se unen para crear una gran fuerza de inversión. Un músculo financiero que les permitirá acceder a inversiones inmobiliarias de alta rentabilidad, hasta ahora reservadas únicamente para grandes fondos profesionales.
La forma en la que inviertes en Urbanitae es completamente transparente. En todo momento tienes en tu poder toda la información del proyecto así como un detallado informe de rentabilidad y plazos. Todas las cifras aportadas han pasado previamente por manos de auditores profesionales. La transparencia, para nosotros, es vital.
El otro gran valor que genera confianza en plataformas como Urbanitae es la seguridad. ¿Dónde va el dinero que invierto? ¿Quién lo audita y controla? ¿Cómo se opera con él? Aquí entra la compañía Lemonway. Una entidad de pagos externa que protege tus inversiones en Urbanitae. A continuación te contamos todo sobre la relación de Urbanitae y Lemonway, y lo que aporta esta entidad.
¿Qué es Lemonway?
Lemonway es una entidad de pagos externa e independiente de Urbanitae, que gestiona los fondos de los inversores. Es decir, el dinero que aportas como inversor no lo recibe Urbanitae, sino que va a una cuenta creada expresamente para ti por Lemonway. La entidad de pagos es la encargada de custodiar el dinero, así como de verificar y gestionar todo el proceso: documentación necesaria, identificación del inversor, trámites para evitar el blanqueo de capitales, etc. Lemonway es una entidad regulada y autorizada por el Banco de España, por lo que la seguridad está más que garantizada.
La intervención de una entidad de pagos como Lemonway es obligatoria en plataformas en las que se utiliza la financiación participativa, es decir, el crowdfunding. Pero es especialmente interesante en una plataforma como Urbanitae, porque cada proyecto inmobiliario tiene su propia cuenta, separada del resto. Esto hace imposible que el devenir de cualquiera de los proyectos de inversión inmobiliaria afecte al resto de oportunidades que estén operativas en la plataforma.
Para ampliar toda esta información y conocer de primera mano cómo funciona el sistema, en Urbanitae hemos hablado con Patricia Choy, Country Manager de Lemonway en España.
¿Desde cuándo operáis en España?
Lemon Way es una empresa que opera desde el 2007, empezamos como una solución de pagos móviles y desde el 2012, obtuvimos la licencia para ser entidad de pago europea. Desde entonces, hemos ido creciendo con muchas empresas en Europa convirtiéndonos en los especialistas en soluciones de pago para plataformas de crowdfunding. Particularmente en España, estamos presentes desde hace poco más de 5 años y actualmente somos líderes y reconocidos por ello en el mercado.
¿Por qué es vital vuestra presencia en plataformas como Urbanitae?
Las plataformas de crowdfunding son un medio alternativo de financiamiento, que si bien son reguladas por un órgano gubernamental como lo es la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es necesario que cuenten con una entidad, ajena a ellas, que pueda funcionar como mecanismo de seguridad de los fondos recibidos. De esta manera, se brinda tranquilidad y confianza a los participantes. En Lemon Way, nos interesa que las plataformas de crowdfunding, como Urbanitae, puedan dedicarse meramente a su negocio, encontrar proyectos atractivos que tengan un crecimiento sostenible y rentable que permita que terceros no sólo puedan participar en este crecimiento, sino que además obtengan beneficios monetarios a lo largo del tiempo. Nuestro objetivo: proteger los flujos monetarios (mediante nuestra cuenta segregada), identificar de manera transparente a todo aquel que desee formar parte de los vehículos de inversión (a través de políticas internacionales de Conoce a tu el cliente – KYC) y supervisar que toda transacción sea hecha de manera legal, buscando eliminar posibles fraudes (con nuestros procesos de Anti Blanqueo de Capitales y Financiamiento del Terrorismo); de esta manera colaboramos con las plataformas de crowdfunding en crear un ambiente claro y seguro.
¿Cómo garantizáis la seguridad de los fondos depositados por nuestros inversores?
La base de nuestra solución es la cuenta segregada, la cual es una cuenta bancaria que tiene como función principal: salvaguardar los fondos que se encuentren en ella. La cuenta segregada de Lemon Way no forma parte de nuestra tesorería, es decir, nosotros tenemos prohibido disponer de este dinero para los gastos corrientes de nuestra empresa. Estos fondos pertenecen únicamente a los beneficiarios, los inversores, quienes depositan su confianza en la plataforma de crowdfunding y por tanto en Lemon Way.
Adicionalmente, las plataformas de crowdfunding, tienen la tarea de evaluar que sus vehículos de inversión sean los más seguros y rentables. Lemon Way, además, añade procesos regulatorios que garantizan que estos vehículos están correctamente constituidos, que se conozcan las personas físicas detrás de la sociedad y que no existe irregularidades.
Finalmente, previo a trabajar con Lemon Way, nuestra área de Riesgos se ocupa de evaluar que nuestro cliente directo, la plataforma de crowdfunding, cumpla con la normativa respectiva y brinde los mecanismos necesarios de seguridad para su público.
¿De qué organismos depende Lemonway para garantizar esa seguridad? Dicho de otro modo: ¿quién controla a Lemonway?
Lemon Way es una entidad de pago autorizada por la Autoridad de Supervisión y Control Prudencial (Autorité de Contrôle Prudentiel et de Résolution – ACPR), organismo que se encarga de supervisar las actividades de bancos y seguros en Francia. A su vez, la ACPR está dirigida por el Banco Central de Francia. Si bien nuestro regulador es francés, nuestra licencia como entidad de pago nos brinda un pasaporte europeo que nos permite trabajar con los países del espacio económico europeo (EEA).
De igual modo, nos encontramos registrados en el Banco de España, lo cual nos autoriza a operar en territorio español.
¿Cómo protegéis a un inversor desde el momento en el que se registra en plataformas como Urbanitae?
Lo principal para un inversor es conocer dónde se encontrará su dinero; al ver que la plataforma trabaja con Lemon Way, puede tener la tranquilidad de que sus fondos estarán custodiados por una entidad de pago autorizada que cumple con la normativa europea y española. A cada inversor se le crea una cuenta independiente en Lemon Way y es en ella donde sus aportaciones se depositan.
Nosotros colaboramos con las plataformas para que cuando un inversor se registre, toda su información quede salvaguardada y no sea accesible a terceros ajenos al negocio. Igualmente, nos encargamos de proteger las transacciones de los inversionistas al contar con altas medidas de seguridad informática en los procesos y contar con una serie de métodos de pago seguros y reconocidos a nivel mundial.
¿Cómo operáis para proteger individualmente cada proyecto de la plataforma?
Los proyectos buscan inversionistas que no sólo crean en ellos, sino que sean personas que tengan un interés real y solvente. Además de las labores de verificación de la plataforma por inversor, Lemon Way se encarga de validar la identidad solicitando justificantes necesarios y utilizando instrumentos de control internos y externos. Buscamos eliminar el fraude tanto de personas como de procesos, es por ello, que contamos con procedimientos regulatorios como el KYC – Conoce a tu cliente que tiene como principal propósito prevenir el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo; algoritmos propios que reconocen posibles operaciones fraudulentas y controles diarios que tienen como finalidad supervisar la legalidad y transparencia de las transacciones. Para que tengas una idea, de 90 trabajadores que somos actualmente en Lemon Way, el 25% se dedica diariamente a estas labores.
¿Con cuantas empresas trabajáis en Europa? ¿Y en España?
En Europa trabajamos con alrededor de 980 clientes de varios sectores: crowdfunding, factoring, marketplaces, e-commerce, botes, etc. La solución que manejamos es customizable a varios tipos de negocio con lo cual podemos ofrecer servicios a una gama amplia de empresas, cada una con los procesos de regulación y seguridad respectivos. En el caso de España, manejamos cerca de 90 clientes, de los cuales la mayoría se dedica a actividades de intermediación financiera.