Flex living: la tendencia de la vivienda flexible avanza en España
En los últimos años, el flex living ha ganado popularidad en España como solución innovadora ante la crisis de vivienda y la creciente demanda de flexibilidad. Este modelo, que mezcla la flexibilidad de estancias cortas y las necesidades cambiantes de la sociedad actual, responde a las limitaciones del mercado inmobiliario tradicional y está comenzando a jugar un papel clave en las grandes ciudades. En este artículo te contamos lo que implica realmente esta tendencia, cómo está evolucionando en España y las nuevas oportunidades que pueden aparecer para inversores y promotores.
¿Qué es el flex living y por qué está en auge?
El término flex living hace referencia a un conjunto de alternativas residenciales que ofrecen soluciones temporales o flexibles para diferentes tipos de usuarios. Estas incluyen alquileres a corto plazo, residencias para estudiantes, coliving, build-to-rent y otras opciones que combinan los beneficios de la vivienda con la flexibilidad que buscan, sobre todo, los jóvenes profesionales y los nómadas digitales.
La reciente expansión del flex living en España se debe a varios factores. Uno de los más destacados es el aumento del coste de la vivienda, especialmente en los grandes centros urbanos, donde la compra de una propiedad o incluso el alquiler a largo plazo se han convertido en algo inaccesible para muchos. Además, a esto se suma que la pandemia, aceleró una tendencia al teletrabajo que ya se venía normalizando en algunos sectores y que se terminó de formalizar durante los años siguientes.
El reto de la financiación y el rol de la banca alternativa
Una de las barreras que ha enfrentado el flex living en España es el acceso a financiación tradicional. Puesto que este modelo es relativamente nuevo, los bancos comerciales han sido cautelosos al evaluarlo, exigiendo métricas y un track record que aún está en desarrollo. Según un reciente informe de Colliers, la financiación alternativa ha sido la principal fuente de apoyo para estos proyectos emergentes. Actualmente, representa alrededor del 10% del mercado inmobiliario español.
La consolidación de la financiación alternativa ha permitido a promotores acceder a mayores niveles de apalancamiento, aunque con un coste financiero más alto, cercano al doble dígito en algunos casos. Sin embargo, debido a las rentabilidades que pueden superar el 15% en estos proyectos, muchos inversores están optando por asumir estos costes. A medida que el flex living continúa ganando terreno, se espera que el mercado proporcione las métricas necesarias para que la banca tradicional pueda ofrecer una financiación más estructurada y a menor coste.
Un ejemplo de la apuesta por este modelo de negocio es Oceánika, un proyecto promovido por Urbanitae en Torremolinos (Málaga). Ubicado en una zona de alta demanda, esta promoción convirtió un antiguo hotel en un flex living, es decir, en este caso, un complejo de 180 habitaciones con una zona comercial y múltiples comodidades. El fin de este proyecto, financiado por Urbanitae, es atraer tanto a nómadas digitales como a jóvenes profesionales que buscan una alternativa moderna a los alquileres tradicionales. Esta iniciativa no solo refleja la capacidad de innovación en el sector sino también el atractivo que representa para los inversores.
Perspectivas y desafíos de la vivienda flexible
Si bien las perspectivas para el flex living son optimistas, el sector aún enfrenta varios desafíos. El acceso a financiación es uno de los más relevantes, sin embargo, a medida que los proyectos que se están llevando a cabo demuestren su viabilidad comercial, se espera que las entidades bancarias flexibilicen sus requisitos y aumenten el acceso a créditos con costes más bajos y un apalancamiento más atractivo.
Además, la falta de una regulación específica para el flex living se ha convertido también en una barrera, sobre todo en lo que respecta a su desarrollo en terrenos terciarios. La incertidumbre jurídica ha sido un desafío para muchos promotores que intentan adaptar espacios no residenciales a este modelo.
No obstante, a pesar de estas cuestiones, cabe mencionar que Madrid ha acumulado gran parte de la oferta con más de 6.000 camas en stock y cerca de 16.000 en proyecto. Por otro lado, Barcelona cuenta con 2.200 plazas y en los próximos años se prevé la incorporación de 2.6000 nuevas camas. Otro de los núcleos urbanos con mayor oferta son Valencia, Guipúzcoa, Málaga y Vizcaya.
En definitiva, el flex living ha emergido como una respuesta innovadora y versátil frente a la crisis de vivienda en España. A pesar de los desafíos de financiación y regulación, su crecimiento parece que se está haciendo evidente poco a poco, impulsado por la demanda de soluciones habitacionales flexibles y asequibles.
Proyectos como Oceánika, son ejemplos de cómo este modelo puede ofrecer rendimientos atractivos para los inversores, mientras satisface las necesidades de una nueva generación de residentes urbanos. En un futuro cercano, es probable que veamos una mayor consolidación de esta nueva forma de vivienda, con una oferta financiera más estructurada y una normativa más clara que facilite su expansión.