¿Qué son los tipos de interés de referencia?
Los tipos de interés son un concepto muy relevante cuando hablamos de inversión. Además de los tipos asociados a productos como cuentas corrientes o fondos de inversión, los bancos centrales establecen los tipos de interés oficiales. Y, además, existen otros indicadores, los tipos de interés de referencia, que ayudan a los propios bancos centrales a hacer su trabajo: definir la política monetaria. En este artículo te explicaremos cuáles son y en qué consisten.
Antes de nada, hay que recordar lo esencial de los tipos de interés. No son otra cosa que el precio que tenemos que pagar por pedir dinero prestado, o bien el dinero que nos pagan a nosotros por dejarlo. Casi todos empezamos a saber un poco más de tipos de interés cuando abrimos una cuenta en el banco –para saber qué rentabilidad nos ofrece un depósito, por ejemplo– o cuando pedimos un crédito –como una hipoteca.
En este sentido, es crucial saber a qué se refieren los tipos de los que nos hablan. Por ejemplo, una hipoteca puede tener un tipo de interés del 1,8%, pero una tasa anual equivalente (TAE) del 2%. La segunda cifra es la que tenemos que tener en más en cuenta porque representa el coste total del préstamo expresado en forma de porcentaje anual. Es decir, la TAE tiene en cuenta los gastos y comisiones asociados al préstamo o crédito.
Otra distinción básica es la que diferencia tipo de interés nominal (TIN) y tipo de interés real. El TIN representa el porcentaje sobre el capital que debe pagarse en un periodo determinado. Es un indicador útil, pero no refleja toda la verdad, ya que no tiene en cuenta la inflación. De ahí que hablemos también de tipos de interés reales. Lo veremos con un ejemplo: si un activo ofrece un TIN anual del 5% y la inflación está en el 4%, entonces el tipo de interés real es de solo el 1%. Esa sería la rentabilidad real del activo.
Los tipos de interés oficiales
Por encima de todas estas consideraciones, existen otros tipos de interés, los instrumentos que manejan los bancos centrales para definir la política monetaria de un país o un conjunto de países que comparten moneda, como la eurozona. En el caso que tenemos más cerca, el Banco Central Europeo (BCE) fija los tipos de interés oficiales y, con ello, establece la política monetaria en los 20 países de la Unión Europea que usan el euro.
Los bancos centrales, como el BCE, no son bancos ordinarios. Más bien, son los tipos que utilizan los bancos comerciales para financiarse o depositar liquidez –las llamadas reservas bancarias–. Es aquí donde intervienen los tipos de interés oficiales, ya que establecen las condiciones en las que los bancos ordinarios se relacionan con el banco central y, por extensión, influyen en las relaciones de los bancos entre sí y con el resto de la economía.
Nos referimos aquí al tipo de interés de las operaciones principales de financiación –el que marca el coste de financiación a una semana de los bancos comerciales con el BCE–, el tipo de interés de la facilidad de depósito –el precio que el BCE paga por los depósitos de los bancos comerciales– y el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito –el tipo que cobra el BCE a los bancos por prestarles dinero a un día–.
Los tipos de interés de referencia
¿Y qué son, entonces, los tipos de interés de referencia? Son índices de referencia que se utilizan en todo tipo de contratos financieros, como por ejemplo los préstamos hipotecarios. Si tienes una hipoteca variable, estarás más que familiarizado con uno de los principales tipos de interés de referencia: el euríbor.
Como explica el Banco de España, “los tipos de referencia más habituales son los llamados tipos de interés del mercado interbancario, como el Euribor o el €STR (que recientemente ha sustituido al EONIA), es decir, los tipos de interés a los que los bancos y otros intermediarios financieros se prestan entre sí. Esta información sirve a los bancos centrales para conocer el estado de la transmisión de la política monetaria al mercado interbancario”.
El tipo de interés a corto plazo del euro (€STR)
El €STR (Euro Short-Term Rate) es un índice de referencia que refleja el coste del dinero en euros a corto plazo en el mercado interbancario. Introducido por el BCE en octubre de 2019, el €STR se calcula a partir de las transacciones de préstamos no garantizados que los bancos realizan entre sí. Su objetivo es proporcionar una referencia más precisa y representativa de los tipos de interés a corto plazo que su predecesor, el eonia (Euro Overnight Index Average), que dejó de utilizarse en 2022.
El €STR se utiliza como base para diversos productos financieros –como préstamos, hipotecas y derivados–, por lo que afecta a empresas, instituciones financieras e inversores. Además, se considera una referencia clave para determinar el coste del endeudamiento en euros, lo que influye directamente en la planificación financiera de muchos actores económicos.
Para los inversores, el €STR es un indicador crucial, ya que refleja las condiciones de liquidez y riesgo en la zona euro. También es relevante para la inversión inmobiliaria, ya que los cambios en este índice pueden afectar el coste de financiación para promotores y compradores, así como la rentabilidad de productos relacionados con la deuda o los préstamos inmobiliarios.
Euríbor
El euríbor (Euro Interbank Offered Rate) es el tipo de interés promedio al que los principales bancos de la zona euro se prestan dinero entre sí a corto plazo. Se calcula a diario a partir de las cotizaciones proporcionadas por un panel de bancos de primer nivel y sirve como un índice de referencia clave para préstamos, hipotecas y productos financieros.
Introducido en 1999, el euríbor es una referencia fundamental en el mercado hipotecario de la eurozona, ya que muchas hipotecas variables están vinculadas a este índice. Cuando el euríbor sube, los pagos de las hipotecas suelen aumentar, y cuando baja, tienden a reducirse, lo que lo convierte en un indicador crucial para los consumidores y el sector inmobiliario.
En el ámbito de la inversión inmobiliaria, el euríbor influye en el coste de la financiación para promotores y compradores. También tiene un impacto directo en la rentabilidad de ciertos productos financieros ligados al sector inmobiliario, como los préstamos o bonos. Para los inversores, el seguimiento del euríbor es esencial, ya que refleja las condiciones de liquidez y el nivel de confianza entre los bancos en la eurozona, lo que puede anticipar cambios en el coste del crédito y en el entorno económico general.
En resumen, los tipos de interés de referencia, como el euríbor y el €STR, son indicadores clave que reflejan las condiciones económicas y financieras de la zona euro. Son esenciales tanto para consumidores como para empresas e inversores, ya que influyen directamente en el coste de los préstamos y en la rentabilidad de los productos financieros. Comprender su funcionamiento es útil para tomar decisiones informadas sobre inversión.