¿Cómo ahorrar si gano poco dinero?

Ahorra si gano poco dinero es posible, con constancia y equilirbio.

¿Cómo ahorrar si gano poco dinero?

Parece imposible pensar en ahorrar cuando el problema principal es cómo llegar a fin de mes. La cuestión es que ahorrar con un bajo salario puede parecer un reto difícil, pero no es imposible. Con una buena estrategia y disciplina, es posible crear un colchón financiero. Si deseamos comenzar cuanto antes, sigamos estos consejos.

Crear un presupuesto realista

El primer paso para mejorar una situación financiera es tener claro cuáles son nuestros gastos e ingresos. Para hacerlo de la manera más sencilla, es útil utilizar una hoja de Excel para clasificar los gastos esenciales (alquiler, comida, productos básicos) y no esenciales (ocio, viajes, ropa) y empezar a ver dónde se pueden hacer ajustes.

Para evitar frustraciones, es importante que el propósito con el que comenzamos sea realista; si tiene que ser un 5%, incluso un 1% está bien. También hay que tener en cuenta que siempre será más fácil hacerlo a principios de mes, para contar con un plazo y ver más este dinero en la cuenta el resto del mes.

Reducir gastos no esenciales y hacer una compra inteligente

Una vez construido un presupuesto sólido, es necesario empezar a decir adiós a los gastos menos esenciales o plantearlos de otro modo, para que no sean tan determinantes. Por ejemplo, si gran parte del sueldo está destinado a salidas, habría que pensar en alternativas más económicas, como intentar comer en casa más a menudo o limitar el número de salidas a la semana. También es importante revisar las suscripciones y cancelar las que no se utilicen o se utilicen con poca frecuencia.

Por otro lado, aprovechar las oportunidades de ofertas de los principales gastos o dedicarle tiempo a la compra también es una buena manera de ahorrar. Ir al supermercado con una lista y procurar no salir de estos esenciales, comparar precios usando aplicaciones para encontrar ofertas e incluso recurrir a compras a granel de ciertos productos para que resulten más económicos, son algunos trucos que se pueden incorporar a la rutina.

Aumentar los ingresos

Aunque el foco está en el ahorro, si queremos construir un colchón más sólido para el futuro, es importante plantearse mejorar la salud financiera. Mejorar o actualizar nuestra formación es una manera de crecer y desarrollarse. Mientras el sueldo sea algo inferior a la media, también está la opción de deshacerse de los artículos que no usamos en plataformas como Wallapop, Vinted o eBay y sacarles rentabilidad. De la misma manera, podríamos sacar rentabilidad a alguna de nuestras aficiones, dando clases o vendiendo productos hechos a mano.

Para construir una base más sólida que vaya dando forma al colchón, es importante seguir formándonos por nosotros mismos, con libros, cursos y blogs sobre finanzas que ayudarán a tomar mejores decisiones para, poco a poco, mejorar nuestra salud financiera. De la misma manera, siempre que haya dudas, se puede recurrir a asesores que ofrezcan consultas gratuitas o de bajo costo para empezar con las cosas un poco más claras y, sobre todo, empezar cuanto antes.

Automatizar los ahorros

Si somos jóvenes y estamos empezando a trabajar, es imprescindible que empecemos desde el principio con la rutina del ahorro. Sin necesidad de privarnos de algunos caprichos de vez en cuando, guardemos un porcentaje definido del sueldo a principios de mes y mantengamos el hábito con disciplina. Una vez nos hayamos acostumbrado a no contar con ese dinero, será mucho más fácil en el futuro.

Para empezar con buen pie esta rutina, primero hay que elegir una cuenta de ahorro, teniendo en cuenta cuál beneficia más según la situación económica y la edad. Lo ideal es mantenerlo en una cuenta separada de la habitual y evitar tener acceso rápido a esta cuenta, para no tener la tentación de gastarlo.

Conclusión

Teniendo todo esto en cuenta, también hay que ser realistas y entender que no siempre será óptima la situación para poder guardar una parte del sueldo todos los meses, salir, comer bien y cubrir pagos. A veces costará más y otras incluso será imposible, y tampoco hay que lamentarse por ello.

Lo que sí debemos tener presente es que ahorrar poco a poco puede acabar siendo mucho en el futuro. Aunque parezca insignificante, tratemos de tenerlo en mente. Una vez que construyamos el primer presupuesto, seremos mucho más conscientes de qué vamos a poder disfrutar más y cuándo tendremos que apretarnos el cinturón.

Publica un comentario