Elige inversiones con cimientos sólidos
En los últimos tiempos, ahorrar se ha vuelto más complicado. Hasta hace no mucho, tener el dinero en el banco era suficiente para la mayoría. Los depósitos rendían cerca de un 2%, y con una inflación nula, no había que complicarse demasiado. Pero la era de los tipos ultrabajos acabó con la rentabilidad de las cuentas corrientes y, después, la vuelta de la inflación a niveles históricos minimizó la capacidad de ahorro.
No es de extrañar que muchos hayan explorado vías alternativas para sacarle partido a su dinero. En ocasiones, sin ser muy conscientes de los riesgos que entrañaban. En lo que llevamos de año hemos leído demasiados titulares sobre “desplomes”, “pérdidas millonarias” e incluso “estafas”. La mala fe es un factor, pero, muchas veces, el error está en precipitarse e invertir en cosas que no comprendemos bien.
¿Acaso hay inversiones seguras?
En todo caso, siempre conviene desconfiar de los atajos. Y fijarse más en lo que tenemos a mano. ¿Por qué no invertir en algo que vemos, usamos y tocamos cada día? Todo el mundo sabe qué es y para qué sirve un edificio, aunque, como en toda inversión, los riesgos existen y es obligado conocerlos. Además, el sector inmobiliario es uno de los llamados valores refugio precisamente por su valor intrínseco y su resistencia ante la incertidumbre.
A largo plazo, la vivienda ofrece una buena cobertura frente a la inflación. Además, el comportamiento del sector inmobiliario guarda poca relación con los mercados. La gente sigue viviendo en pisos, comprando en tiendas y trabajando en oficinas –aunque hoy teletrabajemos algo más–. Siguen siendo útiles aunque la economía no atraviese su mejor momento.
Así pues, no hay nada revolucionario en la inversión en inmuebles. Todos conocemos a alguien que ha comprado una casa con intención de ponerla en alquiler –algo que ocurre cada vez más–. Pero no es fácil reunir el dinero necesario para comprar una casa y reformarla… y encargarse de todos los trámites. La novedad es que hoy en día, la tecnología hace posible que cualquiera pueda dar los primeros pasos sin comprometer todos sus ahorros.
Urbanitae reúne a diferentes ahorradores de todo tipo. Entre todos, aportan el capital necesario para invertir a lo grande en el sector inmobiliario. Al ser muchos, cualquiera puede invertir desde 500 euros y convertirse en socio de un promotor de primera fila. Y también en el dueño de un trocito de promoción inmobiliaria, una actividad cuya rentabilidad típica alcanza los dos dígitos.
Resultados tangibles
Otra ventaja del crowdfunding inmobiliario es que hace muy fácil diversificar. Urbanitae ha financiado proyectos en nueve comunidades autónomas, más de 30 ciudades y con alrededor de 40 promotores en España. Cada uno es independiente del resto, por lo que si alguno se retrasa en las obras, o tiene que afrontar mayores costes de construcción, o tarda más en vender las unidades –los riesgos más habituales–, no afecta a los demás.
Nosotros siempre te informamos de los riesgos y te contamos cómo evolucionan todos nuestros proyectos. Pero siempre puedes acercarte a preguntarnos o –por qué no– visitar la promoción y tocar con la mano lo que has contribuido a construir.
Hasta la fecha, no nos ha ido mal. Tras más de 60 proyectos financiados –es decir, más de 1.100 viviendas impulsadas– hemos devuelto la inversión íntegramente en 13 de ellos. Un millar largo de nuestros inversores ya han recibido su dinero, algo más de 6 millones de euros. Con una rentabilidad anual media cercana al 17%. Es decir, inversiones con cimientos sólidos…
Echa un vistazo a nuestros proyectos y las valoraciones de Urbanitae en Trustpilot. Pregúntanos cualquier duda, ven a visitarnos… pero no hagas como Matías. Si vas a invertir, invierte en algo que puedas tocar.