El metaverso crece en el sector inmobiliario
El metaverso se ha colado en todos los ámbitos de actividad y el inmobiliario no podía ser una excepción. Estos entornos virtuales donde las personas podemos interactuar, realizar actividades cotidianas y también hacer negocios están abriendo nuevas posibilidades al sector, que vive una auténtica ebullición digital. En 2021 las ventas de inmobiliario en metaverso se situaron en los 501 millones de dólares (439 millones de euros) y superaron los 85 millones de dólares (74 millones de euros) en enero de este año, según datos de la firma MetaMetric Solutions recogidos por CNBC.
Un ritmo de crecimiento que confirmaría las optimistas previsiones de esta compañía para finales de 2022, cuando esperan duplicar las cifras del ejercicio pasado y alcanzar los 1.000 millones de dólares (877 millones de euros). Una tendencia que, en base a un informe de BrandEssence Market Research, se consolidará en los próximos años, con una mejora anual del 31% entre 2022 y 2028.
En total, durante 2021 se vendieron 268.645 terrenos virtuales en el metaverso. El 62% de ellos pertenecían a la plataforma The Sandbox, que los transfirió a un precio de 12.700 dólares (11.135 euros) por parcela de 9.216 metros cuadrados.
La operación récord del año fue la compra de un terreno por más de 4,3 millones de dólares (3,7 millones de euros) realizada por la inmobiliaria del metaverso Everyrealm (anteriormente conocida como Republic Realm). Su cofundadora, Janine Yorio, aseguraba en declaraciones a Cinco Días que el sector inmobiliario en el metaverso está lleno de oportunidades: “En uno de nuestros últimos proyectos, llamado Fantasy Island, vendimos unas 100 residencias en el metaverso, cada una por unos 15.000 dólares. Hoy, las mismas propiedades se están revendiendo por unos 300.000 dólares cada una”, destacaba.
El universo del inmobiliario virtual
The Sandbox, Decentraland, Somnium Space VR, Town Star o CryptoVoxelsson algunas de las plataformas virtuales más conocidas del metaverso inmobiliario, aunque el número de actores aumenta cada día. Cada uno de estos mundos cuenta con sus propias funcionalidades, normas y también con su propia criptomoneda.
Una de las plataformas pioneras en nuestro país es Uttopion, que recientemente ha puesto en preventa sus primeros 1.000 terrenos a un precio de entre 2.000 y 20.000 euros. Una vez adquirido por el propietario, cada terreno es un NFT garantizado por un código único a través de un contrato digital que podrá explotar, vender o alquilar.
Otros actores inmobiliarios más tradicionales también han sucumbido a la fiebre virtual del metaverso. Es el caso de Metrovacesa, que se ha convertido en la primera promotora española que accede y vende sus propiedades reales en este espacio virtual gracias a su alianza con la startup española Datacasas Proptech.
Una prueba más de la rápida evolución de esta nueva realidad virtual es que la firma canadiense TerraZero Technologies ha lanzado las metahipotecas para este tipo de productos. El primer crédito hipotecario fue concedido por un periodo de dos años, con pago inicial e intereses incluidos a un cliente que adquirió una parcela por valor de 45.000 dólares (39.450 euros) en la plataforma Decentraland. Para realizar la transacción, TerraZero autofinanció la compra del terreno virtual y elaboró un NFT como escritura de terreno hipotecado.
¿Cómo funciona el real estate virtual?
Como sucede en el inmobiliario tradicional, los interesados pueden comprar terrenos o propiedades virtuales mediante el abono de la criptomoneda utilizada en la plataforma seleccionada.
Las transacciones de activos del real estate virtual cuentan con la garantía de un smart contract, contrato digital inteligente, o de los tokens no fungibles (NFT), certificados de propiedad almacenados en una cadena de bloques y respaldados por la tecnología blockchain. Los propietarios de estos activos son avatares que, por el momento, no tributan, no pagan impuestos ni tampoco facturas de suministro por los inmuebles.
Los inversores en terrenos virtuales pueden obtener ingresos de estos activos organizando eventos o fiestas o también pueden construir una casa virtual para, posteriormente, alquilarla o venderla Y es que, dada la buena proyección del mercado, las propiedades del metaverso parecen convertirse en una clase de activos altamente rentables.
Ramón
Me cuesta entender la utilidad de estos activos virtuales que claramente no tienen mucho que ver con los inmuebles reales. Tiene sentido utilizarlo para vender propiedades reales (aunque se puede hacer con una plataforma virtual sin utilizar NFTs), pero el resto no me parece diferente del boom de los tulipanes.