El sector inmologístico en tiempos de Covid
El sector inmologístico, dedicado al alquiler y venta de almacenes, naves industriales y suelo industrial, es uno de los segmentos del inmobiliario que mejor ha sabido sortear los efectos de la pandemia. Dentro de la delicada situación que vive nuestra economía a consecuencia de la crisis sanitaria, este sector mantiene buenos resultados y perspectivas debido a que los inversores siguen viendo el atractivo de unos activos que se han visto reforzados durante la crisis. De hecho, el sector inmologístico podría cerrar el año 2020 con una inversión cercana a los 1.000 millones de euros, según datos recientes de la consultora inmobiliaria CBRE.
De este modo, la contratación en el sector inmologístico se sitúa durante los primeros nueve meses del año 2020, en 1,2 millones de metros cuadrados, tras el cierre de seis transacciones de más de 25.000 metros cuadrados, la mayoría en el área de distribución nacional de los ejes A-42 y A-2, siendo el comercio electrónico el impulsor del 50 por 100 de estas operaciones. Unos valores de contratación que prácticamente igualan a los niveles alcanzados en el mismo periodo del año anterior, según datos de la consultora. La suma total de superficie logística contratada incluye datos de Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Bilbao, además de la de los dos focos logísticos del país, Zona Centro y Catalunya. Según CBRE, con este nivel de actividad es previsible además que en 2020 la contratación supere los niveles de la media histórica de la Zona Centro, pudiendo registrar alrededor de 800.000 metros cuadrados.
La realidad es que la demanda inmobiliaria en el sector logístico no ha cambiado demasiado de escenario tras la crisis. Muchos artículos que fluyen a través de las cadenas de suministro siguen estando directamente vinculados a necesidades diarias básicas como alimentos y bebidas, productos de consumo y suministros médicos. Por su parte, la multinacional de inmologística, Prologis, ha identificado tres áreas específicas de cambio en el sector inmologístico, que podrían traducirse además en mayores niveles de demanda en el sector tras la pandemia:
- Aumento de los niveles de inventario. Las cadenas de suministro minimizan inventarios para distribuir bienes a bajo coste y no toleran volatilidad, ya que esto conduce a la pérdida de ventas e ingresos. A raíz del COVID-19, es muy probable que los clientes reevalúen el inventario, y que esto pueda traducirse en mayor demanda de espacios.
- Apuesta por el comercio electrónico. La covid-19 ha motivado el incremento de las compras on-line, una tendencia que se mantiene al alza y que permitiría el desarrollo del sector.
- Diversificación de las ubicaciones de fabricación. La pandemia puede motivar el traslado y fabricación a nuevas ubicaciones. La ampliación de las ubicaciones de fabricantes crearía una demanda de segundo orden a través de proveedores y redes para servir a los mercados de consumo.
Ahora sólo falta que se mantenga la confianza de los inversores en las instalaciones inmologísticas y que se siga percibiendo a este sector como uno de los primeros en salir de la crisis y de recuperar los niveles de actividad normales.