Crowdfunding inmobiliario: desmontando mitos
El crowdfunding inmobiliario permite que cualquier inversor, grande o pequeño, pueda diversificar sus inversiones en varias propiedades o tipologías de inmuebles. Este modelo cada vez tiene mayor aceptación y crece a un ritmo vertiginoso. Una tendencia que se mantendrá en los próximos años, ya que se prevé que este sector mueva en 2025 entre 90.000 millones y 100.000 millones de dólares a nivel mundial. En nuestro país, en 2017 el volumen de inversión fue de 42 millones de euros, un 110% más que el ejercicio anterior y cada inversor destinó una media de 1.095 euros.
Hablamos de una fórmula con un gran potencial, pero que aún suscita algunas dudas. Por ello, desde Urbanitae, queremos desmontar algunos de los mitos del crowdfunding inmobiliario para que lo tengas claro.
Mito 1. El sector no está regulado
La primera regulación en esta materia en España es la Ley 5/2015, de 27 de abril, de Fomento de la Financiación Empresarial (“LFFE”) que establece las reglas de juego y de funcionamiento de las plataformas de crowdfunding.
Asimismo, en España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores CNMV es el organismo que se encarga de supervisar el funcionamiento de las plataformas de crowdfunding y que controla el proceso de autorización de las mismas en exclusiva regulado por los artículos 53.1 y 50.1. c) LFFE.
Mito 2. Solo las oportunidades que no logran financiación por otros medios se unen al crowdfunding inmobiliario
En sus inicios, es cierto que el crowdfunding inmobiliario surgió como una alternativa a la financiación bancaria pero hoy en día ha adquirido una identidad propia. De hecho, ya se conciben proyectos inmobiliarios pensando en este tipo de plataformas y muchos promotores prefieren obtener financiación a través del crowdfunding inmobiliario antes que acudir a un banco.
Mito 3. Es un sistema exclusivamente para proyectos pequeños e inversores con poco dinero
Es verdad que el crowdfunding permite que cualquiera invierta en el sector inmobiliario con cantidades pequeñas de dinero, pero no se reduce a esto. La unión hace la fuerza y convierte a muchos pequeños inversores en un gran inversor con la posibilidad de poner a su alcance proyectos inmobiliarios de gran envergadura, lo que permite a estos usuarios ser un player más en el selecto club de grandes inversores del país
Mito 4. Sólo permite invertir en un tipo de activo inmobiliario
Al contrario. Una de las ventajas de este modelo de financiación es que tiene la posibilidad de diversificar tu inversión en diferentes tipos de proyectos de tipo residencial, comercial e industrial al mismo tiempo.
Mito 5. El inversor no tiene control sobre su dinero
Una de las grandes ventajas de invertir a través del crowdfunding en comparación con hacerlo, por ejemplo, a través de un fondo de inversión inmobiliaria, es precisamente que el inversor puede decidir exactamente en qué inmueble invierte.
A diferencia de los fondos de inversión, los proyectos disponibles en crowdfunding inmobiliario son autónomos e independientes entre sí, por lo tanto, al invertir en activos a través de estas plataformas el usuario tiene la opción de elegir con exactitud el inmueble al que va a destinar sus ahorros. En el hipotético caso de que un proyecto de la proptech no llegase a buen puerto o incluso si la plataforma cerrara, esto no influye en el resto de los activos ni de los inversores. De esta manera, el crowdfunding garantiza un mayor control sobre el destino de tu inversión.
Al mismo tiempo, en las plataformas acreditadas y profesionales como Urbanitae, el usuario estará permanentemente informado del estado de sus inversiones a través de su panel de control. De esta manera, sabe exactamente dónde va su dinero, sin ningún tipo de coste oculto ni comisiones inesperadas.
Mito 6. Las rentabilidades que se obtienen son muy bajas
La verdadera disrupción del crowdfunding es que te permite entrar en proyectos que normalmente están reservados para inversores profesionales con grandes capitales. A través de este modelo de financiación cualquier ciudadano puede invertir en grandes proyectos inmobiliarios.
En estas plataformas, se obtiene una rentabilidad acorde al mercado y basada en dos tipos de estrategias: de rentas y de plusvalías. Y depende, principalmente, del valor que adquiera el activo en el mercado. Con Urbanitae, en el caso de las rentas, donde se prioriza el alquiler del inmueble, el plazo de inversión ronda los tres años, con objetivos de rentabilidad por rentas de entre el 4% – 7% y de plusvalías en la venta del 10% – 15%. En la estrategia de plusvalías, que prioriza el potencial de apreciación en el corto plazo, el plazo medio de inversión es de 8 a 12 meses, y se busca una rentabilidad de entre el 10% – 15%.
Mito 7. Los inversores pueden perder su dinero
Como en cualquier tipo de inversión existen riesgos, si bien, en este caso se cuenta con el respaldo de un bien tangible, que es el propio inmueble. Así, cuando inviertes en un proyecto de crowdfunding inmobiliario te conviertes en propietario de un porcentaje del activo en proporción a la inversión realizada. Las plataformas de inversión inmobiliaria colaborativa deben devolver el dinero a los inversionistas si la meta de recaudación no es alcanzada y así se evita que pierdan su dinero por falta de fondos.