¿Inversión inmobiliaria, bolsa o criptomonedas? Rentabilidades en la última década

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¿Inversión inmobiliaria, bolsa o criptomonedas? Rentabilidades en la última década

Last Updated on 8 octubre 2025 by Equipo Urbanitae

Dentro del abanico de posibilidades, hay tres activos que destacan por su popularidad: la inversión inmobiliaria, la bolsa y criptomonedas. La inversión ha dejado de ser un terreno exclusivo para grandes fortunas y se ha convertido en una opción cada vez más habitual para el público minorista y retail. Aunque las tres comparten protagonismo, no están asociadas al mismo nivel de riesgo y tampoco han presentado la misma rentabilidad a lo largo de los últimos 10 años.

La evolución del real estate

El sector inmobiliario se ha consolidado como uno de los más atractivos para invertir, tanto para capital nacional como internacional. De hecho, este año, y según indica la consultora Colliers, España se ha situado por primera vez entre los cinco países que más inversión internacional han captado en commercial real estate. Dentro de este mercado, la vivienda sigue siendo uno de los activos más reclamados, por su consideración de refugio frente a las crisis económicas, ya que mantiene o incluso puede aumentar su valor frente a factores como la inflación o la volatilidad de los mercados financieros. 

Uno de los criterios más esclarecedores para analizar la evolución del sector inmobiliario en la última década es la diferencia en el coste del metro cuadrado, por ejemplo, en Madrid; ya que nos permite comparar en el tiempo y entre zonas distintas sin importar el tamaño total de la vivienda. Según el portal Idealista, tras la crisis de 2008, que afectó con especial fuerza al sector inmobiliario y originó una fuerte caída de los precios, en 2015 comienza la recuperación, situándose el valor en 2.735 € por metro cuadrado. Posteriormente, se mantiene estable hasta 2018 alcanzando los 3.644 € por metro cuadrado, impulsados por una mayor demanda, bajos tipos de interés y el atractivo de la inversión inmobiliaria. Sin embargo, estas “vacas gordas” terminan en 2020, ya que la irrupción de la pandemia paralizó la economía global, redujo la movilidad y generó incertidumbre, afectando al sector y causando importantes caídas en el valor de los inmuebles debido a la escasa demanda y un exceso de oferta. 

La recuperación llegó en 2021, con una tendencia alcista y un crecimiento medio anual del 9,2%, hasta alcanzar los 4.952 euros/m² según el portal inmobiliario. Este aumento sostenido se debió a la escasez de oferta, el encarecimiento de los materiales de construcción, el auge del alquiler turístico y la presión de la inversión extranjera, generando la actual situación de tensión en el acceso a la vivienda en todo el país. Una situación que no parece que vaya a cambiar en el corto plazo. Expertos como CBRE, en su último informe semestral indican que las mayores valoraciones inmobiliarias siguen en el residencial. En este sentido, la consultora destaca que, pese a la incertidumbre y volatilidad del contexto, el interés inversor se mantendrá elevado, mientras que la escasez de oferta continuará generando correcciones de precios al alza.

Dentro de los activos inmobiliarios alternativos, Urbanitae, plataforma líder en crowdfunding inmobiliario, acumula una rentabilidad media superior al 12% desde su lanzamiento en 2019, en los que hemos impulsado más de 230 proyectos con un volumen superior a los 520 millones de euros a través de más de 210.000 inversiones. En estos 6 años, Urbanitae ha devuelto a sus inversores más de 105 millones de euros, consolidándose así como una opción diferencial y real para quienes buscan invertir o diversificar sus carteras a través de activos inmobiliarios alternativos con una interesante rentabilidad.

Rentabilidad y comportamiento de la bolsa española 

Según CaixaBank Research, la bolsa española ha sido históricamente más volátil y ha tenido mayores caídas en la crisis comparado con mercados más diversificados de Europa. No obstante, desde las caídas que tuvieron lugar entre 2008 y 2012, a raíz de la crisis financiera que afectó negativamente a la bolsa debido al colapso de los mercados, la caída de la confianza de los inversores, la falta de crédito y la recesión económica; el IBEX 35 ha ido recuperándose de forma progresiva. Entre 2015 y 2020 se movió en un rango relativamente estable, con oscilaciones entre los 6,482 puntos (mínimos registrados durante la pandemia) y los 9.700,00. A partir de 2023 inició una subida intensa que se ha consolidado en 2024 y 2025. 

De este modo, en los últimos diez años, pasó de 9.500 puntos, registrados en septiembre de 2015, a casi 16.000 puntos este mismo año, lo que supone una variación porcentual del 64,7%. Sin embargo, si se hace el cálculo de la rentabilidad media hasta 2024, apenas alcanza el 2%.

Las criptomonedas

Pero si hay un activo que está de “moda”, son las criptomonedas. Sin embargo, su crecimiento no ha estado exento de riesgos, ni de polémica, ya que es un activo ligado a una alta volatilidad, cuyas subidas y bajadas lo convierten en una opción no apta para todos los inversores. 

El mayor crecimiento se observa en los Bitcoins. Aunque su creación surgió en 2008, en un contexto de crisis financiera global, no fue hasta 2010 cuando su uso dejó de ser experimental, con un valor de unos 40 dólares. En 2014, en plena recuperación poscrisis financiera global, un Bitcoin tenía un valor de 300€. En 2021, el precio rondaba los 64.000 euros, aunque ha llegado a superar los 100.000 euros en 2025. Esto se traduce en que algunos inversores han logrado beneficios notables, mientras que otros han sufrido pérdidas importantes en lapsos breves, lo que en muchos casos generó situaciones de pánico con ventas masivas. 

Lo que sí se puede decir del Bitcoin es que, debido a su minería limitada a 21 millones, continúa replicando su ciclo a través de los halving, algo que ha aportado tranquilidad a una parte de los inversores.

En el primer halving, celebrado el 28 de noviembre de 2012, la criptomoneda pasó de valer alrededor de 12 dólares a alcanzar los 1.150 en diciembre de 2013, lo que supuso multiplicar su precio casi por cien. El segundo halving, el 9 de julio de 2016, elevó el valor desde los 650 dólares previos hasta rozar los 20.000 a finales de 2017, un incremento de 54 veces. El tercer halving, ocurrido el 11 de mayo de 2020, impulsó el precio desde los 8.600 dólares hasta los 64.000 en abril de 2021, marcando un máximo histórico y multiplicando su cotización por 13. De cara al cuarto halving, y pese al prolongado “criptoinvierno” que duró más de un año con caídas de hasta el 60%, el Bitcoin aún muestra un crecimiento de 7,5 veces respecto al último.

Por otro lado, a lo largo de la última década, diversos acontecimientos geopolíticos han dejado huella en la evolución del precio de Bitcoin. Durante el primer mandato de Donald Trump, iniciado en 2016, la falta de claridad regulatoria y sus declaraciones críticas hacia las criptomonedas generaron episodios de volatilidad, aunque el contexto económico favoreció el auge especulativo que culminó en los máximos alcanzados en 2017. En septiembre de 2021, El Salvador marcó un precedente mundial al convertir el Bitcoin en moneda de curso legal, impulsando inicialmente su cotización, aunque también desatando correcciones por las dudas sobre su aplicación real.

Pero, a finales de 2022 y en 2023, la aprobación de los primeros ETF de Bitcoin al contado en Estados Unidos atrajo capital institucional y consolidó su estatus como activo financiero desregulado. Finalmente, en 2025, Donald Trump volvió a situar a Bitcoin en el centro del debate global al proponer la creación de una reserva estratégica nacional, reforzando la percepción del activo como potencial valor de Estado e incluso lanzando su propio memecoin $Trump, que no tuvo gran recorrido realmente.

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