El inversor nacional domina el mercado inmobiliario
El sector inmobiliario en España continúa fortaleciéndose, con indicadores que reflejan un crecimiento sostenido y nuevas oportunidades para los inversores. En este sentido, la demanda se mantiene activa en segmentos clave como el residencial y el terciario, impulsada por la estabilidad del mercado y el interés tanto de inversores nacionales como internacionales. Un entorno favorable que podría prolongarse, especialmente con proyecciones de crecimiento moderado a lo largo del año. A tenor de estas perspectivas, el negocio inmobiliario español se consolida como un destino atractivo para la inversión.
Según datos de la consultora Savills, en el primer semestre de 2024, la inversión inmobiliaria en España alcanzó así los 5.500 millones de euros, marcando un leve aumento respecto a los 5.300 millones acumulados el año anterior. Este desempeño se alinea con el promedio de la última década, y se espera que la segunda mitad del año registre una mayor actividad inversora. Para el cierre de 2024, se proyecta un aumento progresivo, estimado entre el 5% y el 10%, que podría venir motivado, entre otras razones, por la reciente bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y el aumento del apetito inversor.
El análisis de la consultora asegura que los inversores nacionales dominan el mercado, acumulando el 57% de las inversiones. Los inversores extranjeros destacan por su gran interés en el sector residencial, mientras que los family offices prefieren el sector terciario, especialmente el segmento de oficinas y comercios.
El capital extranjero, impulso del residencial
El 27% de la inversión se ha concentrado en el sector residencial (living), impulsado principalmente por capital extranjero. Este tipo de activos sigue siendo una apuesta atractiva debido a la demanda de vivienda en las principales ciudades, como Madrid y Barcelona. A pesar de los desafíos regulatorios y de precios, estos mercados continúan ofreciendo rendimientos interesantes, lo que justifica el flujo constante de capital internacional. Los inversores internacionales ven en el residencial español un refugio seguro, especialmente los europeos y norteamericanos, que lideran este tipo de operaciones, tal y como apunta CBRE.
Lo confirma la Estadística Registral Inmobiliaria elaborada por el Colegio de Registradores de la Propiedad, que muestra el crecimiento en el número de extranjeros que deciden comprar una vivienda en España. A este respecto, durante el segundo trimestre de 2024, la demanda de propiedades inmobiliarias por parte de compradores foráneos experimentó un incremento de 0,63 puntos en comparación con los primeros tres meses del año, alcanzando el 14,84% del total de transacciones de inmuebles entre abril y junio. Los principales compradores de vivienda en España fueron británicos, alemanes y marroquíes.
Family offices y el sector terciario
Por otro lado, los family offices, fundamentalmente nacionales, están más enfocados en el sector terciario (oficinas, retail, logística, hoteles), según los datos que maneja CBRE. Este tipo de inversores evita en gran medida el sector residencial debido a la inestabilidad de precios y las regulaciones cambiantes. En su lugar, prefieren activos comerciales y de oficinas, que en muchos casos ofrecen rendimientos más estables y a largo plazo. Este comportamiento refuerza la tendencia de diversificación y gestión prudente del riesgo que caracteriza a estos actores en el mercado.
El sector terciario también incluye inversiones en hoteles (con un 25% de las operaciones) y en el retail (18%), que continúan siendo pilares importantes en las carteras de los inversores nacionales.
Madrid y Barcelona, destinos favoritos para los inversores
Las dos principales ciudades españolas, Madrid y Barcelona, se mantienen como los destinos favoritos para los inversores. De hecho, ambas se colocan en el top 10 de ciudades europeas más atractivas para invertir, según el último informe de la European Investor Intentions Survey elaborado por CBRE. Estas urbes concentran la mayor parte de las operaciones inmobiliarias, siendo especialmente atractivas para los compradores internacionales. Además de su sólida infraestructura, tanto la capital como la Ciudad Condal ofrecen un mercado dinámico con múltiples oportunidades, tanto en el sector residencial como en el terciario.
Madrid destaca por su estabilidad y su relevancia como centro financiero, mientras que Barcelona sigue atrayendo inversión por su atractivo turístico y su creciente influencia tecnológica. Tras meses de actividad intensa en el sector inmobiliario español, marcado por fluctuaciones en las compraventas y los vaivenes en los tipos de interés, se espera que el inmobiliario español tome impulso en 2025. Según las previsiones de Solvia, en su último análisis del mercado residencial, la demanda crecerá el próximo año entre un 2% y 3%, tras un ajuste de operaciones de entre el 4% y el 5% interanual en 2024. El sector demuestra una vez más que seguirá siendo dinámico y capaz de adaptarse a los desafíos económicos globales.