¿Cómo funciona la inflación?
En los últimos años, la inflación ha sido un tema recurrente en muchas economías, afectando a la situación de los países de diferentes maneras. Aunque su impacto varía según el contexto, en términos generales, la inflación se refiere al aumento sostenido de los precios de bienes y servicios que forman parte de la vida cotidiana.
Este fenómeno se vuelve especialmente relevante en tiempos de incertidumbre económica, cuando vemos cómo el dinero pierde poder adquisitivo: es decir, necesitamos más dinero para comprar los mismos productos. Pero ¿cómo ocurre esto y qué factores lo impulsan? En este artículo te explicamos qué es la inflación y cómo influye en tu economía personal, utilizando ejemplos claros y sencillos.
¿Qué es la inflación?
La inflación es el incremento en el nivel general de los precios en una economía durante un periodo de tiempo. Este aumento no significa que todos los productos y servicios suban el precio al mismo tiempo o en la misma proporción, sin embargo, el promedio de los precios tiende a crecer.
Cuando los precios suben, el valor del dinero disminuye, ya que puedes comprar menos cosas con la misma cantidad de dinero. Por ejemplo, si una barra de pan costaba 1 € ahora cuesta 1,10 €, significa que ha habido un 10% de inflación en este producto. Esta subida puede parecer insignificante en nuestra economía en un principio, pero si se extiende el fenómeno a la mayoría de productos esenciales, tiene un enorme impacto en el coste de la vida.
Por otro lado, sabemos que se trata de inflación y no solo de una subida de precios en ciertos productos, cuando el índice indica una subida notoria. Es decir, el Índice de precios de consumo (IPC), evalúa el cambio en los precios de una cesta de bienes y servicios que consume una familia típica de un determinado país. Si el IPC aumenta, significa que en promedio, los precios han subido y hay inflación.
¿Qué causa la inflación?
Antes de conocer cómo afecta la inflación a nuestras finanzas, es importante conocer sus principales causas. La inflación no ocurre de manera aleatoria, sino que suele estar impulsada por diferentes factores económicos que generan un aumento generalizado de los precios. A continuación, te explicamos los motivos más comunes:
– Inflación por demanda: se produce cuando la demanda de bienes y servicios supera la oferta disponible. En una economía en crecimiento, las personas y empresas tienden a consumir más, si la oferta de productos no aumenta al mismo ritmo, los precios suben. Pensando un ejemplo sencillo, esto es lo que vemos en los precios de los vuelos durante las vacaciones. Cuando muchas personas quieren viajar a un destino popular al mismo tiempo y las aerolíneas tienen una capacidad de vuelos y asientos limitados, la demanda supera la oferta y la aerolínea incrementa los precios, lo que refleja la inflación por demanda en acción.
– Inflación por costes de producción: ocurre cuando los costes de producción aumentan, lo que obliga a los fabricantes a subir los precios para aumentar su margen de beneficio. Por ejemplo, la subida del precio de la gasolina provoca que aumenten los costes de transporte de los productos alimenticios, así que en consecuencia, se incrementan.
– Política monetaria: los bancos centrales, como el Banco Central Europeo, pueden influir en la inflación al ajustar los tipos de interés. Si deciden bajar los tipos esto puede estimular el gasto y la inversión, lo que significa que tanto las empresas como los consumidores pueden pedir prestado dinero más fácilmente y a un menor coste. Como resultado, las personas tienden a gastar más, y las empresas invierten más en sus negocios. Este aumento del gasto y la inversión genera un incremento en la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, si la demanda sube demasiado rápido y la oferta de esos bienes o servicios no puede mantenerse al mismo ritmo, los precios comienzan a subir, lo que provoca inflación.
¿Cómo afecta la inflación a tus finanzas?
La inflación tiene un impacto directo en tu vida diaria, ya que si los precios suben, vas a necesitar más dinero para comprar las mismas cosas que necesitabas antes. Si a esto se suma que los ingresos no aumentan al mismo tiempo que los precios, tu poder adquisitivo disminuye.
Además, a la hora de ahorrar también puede suponer un problema ya que el valor real de los recursos disponibles para ahorrar no solo está determinado por nuestros activos y nuestros gastos, sino también por los ingresos laborales y el gasto en consumo que realizamos. Si por ejemplo, tienes 1.000 € ahorrados y la inflación es del 3% al año, al cabo de un año esos 1.000 euros tendrán un poder adquisitivo de 970 €.
Para hacer frente a la inflación siempre podemos seguir algunas pautas. En primer lugar, es necesario buscar inversiones que ofrezcan un rendimiento superior a la inflación, como bienes raíces o acciones. Además, podemos aumentar nuestros ingresos, negociando el salario o buscando formas de generar beneficios adicionales para compensar el aumento en el coste de la vida. Con todo ello, también debemos controlar los gastos, manteniendo un presupuesto y buscando oportunidades para reducir costes innecesarios.