Asset allocation: qué es y cómo protege tu inversión
La diversificación es uno de los pilares básicos de la inversión, como seguramente ya sabes. En este blog ya te hemos contado cómo se puede diversificar en el tiempo, mediante el dollar-cost averaging, y ahora te contamos cómo diversificar por activo, pues en eso consiste el asset allocation.
¿Qué es el asset allocation?
La asignación de activos es una estrategia que implica distribuir tus inversiones en diferentes clases de activos, como acciones, bonos, bienes raíces, efectivo y otros. El objetivo principal de esta estrategia es equilibrar el riesgo y la rentabilidad de tu portafolio. Dado que diferentes clases de activos tienen diferentes niveles de riesgo y rendimiento, la asignación de activos busca encontrar la combinación adecuada que se adapte a tus objetivos financieros y tolerancia al riesgo.
En esencia, el asset allocation describe justamente el dicho de no poner todos los huevos en la misma cesta. Invertir todo nuestro dinero, por ejemplo, en criptomonedas, podría ser un gran éxito a corto plazo –si elegimos el momento preciso para hacerlo–. Para la mayoría, sin embargo, podría tener resultados desastrosos. Pero diversificar por tipo de activo no solo reduce el riesgo. También aumenta nuestra rentabilidad a largo plazo.
A medida que los activos se desempeñan de manera diferente en diferentes condiciones del mercado, la asignación de activos permite capturar oportunidades de ganancias mientras se protege contra pérdidas excesivas. Además, el reequilibrio periódico –del que hablaremos en otro artículo– garantiza que la cartera siga alineada con los objetivos financieros, lo que ayuda a mantener un crecimiento constante a lo largo del tiempo
Ventajas del asset allocation
Diversificación del riesgo: La diversificación es una de las estrategias más efectivas para reducir el riesgo en tu portafolio. Al invertir en una variedad de clases de activos, no estás expuesto a los vaivenes de un solo mercado o sector. Si una clase de activos tiene un mal desempeño, otros pueden compensarlo.
Alineación con tus objetivos financieros: La asignación de activos te permite personalizar tu portafolio para que se ajuste a tus objetivos financieros específicos. Si estás ahorrando para la jubilación, es posible que desees una asignación de activos más conservadora que si estás invirtiendo para un objetivo a corto plazo como comprar una casa.
Gestión del riesgo y la volatilidad: Al asignar tus activos de manera adecuada, puedes gestionar el riesgo y la volatilidad en tu portafolio. Si tienes una tolerancia al riesgo baja, puedes optar por una mayor proporción de bonos y efectivo en lugar de acciones, lo que puede ayudarte a evitar pérdidas significativas en mercados bajistas.
Potencial de crecimiento y rentabilidad: La asignación de activos también te permite buscar el equilibrio adecuado entre el potencial de crecimiento y la rentabilidad. Las acciones tienden a ofrecer un mayor potencial de crecimiento a largo plazo, mientras que los bonos y el efectivo proporcionan estabilidad y rentabilidad más modesta.
Cómo determinar tu asignación de activos
Determinar la asignación de activos adecuada depende de varios factores personales, como tu edad, horizonte temporal de inversión, tolerancia al riesgo y objetivos financieros. Aquí hay algunos pasos básicos para ayudarte a determinar tu asignación de activos:
Evalúa tu horizonte temporal: ¿Cuánto tiempo planeas mantener tus inversiones? Si tienes un horizonte temporal largo, es posible que puedas asumir más riesgos y tener una mayor proporción de acciones en tu portafolio.
Considera tu tolerancia al riesgo: ¿Cuánto riesgo estás dispuesto a asumir? Si te sientes incómodo con la volatilidad del mercado, es posible que prefieras una asignación más conservadora con una mayor proporción de bonos y efectivo.
Define tus objetivos financieros: ¿Para qué estás invirtiendo? Si estás ahorrando para la jubilación, es posible que desees una asignación de activos diferente que si estás invirtiendo para financiar una boda o la educación de tus hijos.
Diversifica tu portafolio: una vez que hayas evaluado estos factores, trabaja en la diversificación de tu portafolio. Esto implica distribuir tus inversiones en diferentes clases de activos y, dentro de esas clases, en diferentes activos individuales.
En resumen, el asset allocation es una estrategia fundamental en la inversión que puede ayudarte a alcanzar tus objetivos financieros a largo plazo y gestionar el riesgo de manera efectiva. Al equilibrar cuidadosamente tus inversiones en diferentes clases de activos, puedes adaptar tu cartera a tus necesidades y tolerancia al riesgo, y así maximizar tus posibilidades de éxito financiero a lo largo del tiempo. Recuerda que la asignación de activos es una estrategia a largo plazo, por lo que es importante revisar y ajustar tu portafolio periódicamente a medida que cambien tus circunstancias y objetivos.