Nada de imposibles: comprar una vivienda en solitario

Nada de imposibles: comprar una vivienda en solitario

Comprar una vivienda en solitario no es una misión imposible

Pensar en comprar una vivienda por tu cuenta cada vez es más común. Aunque la sociedad y el mercado a veces parecen estar hechos para dos, ¿por qué no imaginar una propiedad que solo esté a tu nombre? De hecho, según datos de la Encuesta Continua de Hogares que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020 el número de personas que vivían solas creció un 10,8% respecto a 2013, el primer año del que se tienen cifras. Por todo ello, desde Urbanitae queremos apuntar una serie de consejos que te vendrán muy bien si estás pensando en lanzarte a comprar una vivienda.

Tener tu propia vivienda tiene muchas ventajas. Habrá determinadas decisiones que solo te incumbirán a ti, así que discusiones por la ubicación del piso o incluso por la decoración quedan más que descartadas. Eso sí: te convertirás en gestor y administrador único de tu hogar e, independientemente de que puedas contar con un poco de ayuda externa, todo tendrá que pasar por ti.

Por supuesto, el dinero va antes que muchas otras cuestiones. De primeras, el riesgo a la hora de meterse en una hipoteca parece mayor si se hace en solitario. Además, esto puede complicar un poco la situación de cara a acreditar cierta estabilidad financiera frente al banco, por eso no es de extrañar que puedan pedirte un aval. Así que es evidente que cuanto mejores sean tus condiciones laborales, más llano será el terreno para conseguir que aprueben tu hipoteca.

Por otra parte, deberías tener en cuenta datos como el precio del metro cuadrado, que, por ejemplo, a fecha de mayo de este año ha crecido con respecto a 2020 un 4,4 %, según datos de Idealista. Además de los gastos de formalización y tasación de la hipoteca, tienes que considerar el tipo de interés que querrás. Un interés fijo te garantizará la seguridad de pagar siempre la misma cuantía, posiblemente a un precio más elevado, pero es la opción ideal para quienes quieren asumir menos riesgos. Por el contrario, un interés variable estará vinculado a las variaciones de un índice de referencia, generalmente el Euribor. Si no, también hay hipotecas sujetas a intereses mixtos, que al principio implican un interés fijo que evoluciona a variable con el tiempo.

En el caso de que no quieras contratar una hipoteca, en Urbanitae ya te contamos hace un tiempo sobre otras alternativas para financiar la compra de tu vivienda. Algunas de ellas son más tradicionales, como la propiedad compartida o el alquiler con opción a compra, pero otras cada vez resultan más atractivas y populares, como la vivienda de nuda propiedad. En este sistema, el comprador de la vivienda permite vivir al propietario en ella hasta su fallecimiento, a cambio de adquirirla por un precio menor de lo que marca el mercado.

Cuánto ahorrar… y cuánto pagar

Si bien es cierto que tener una propiedad solo a tu nombre te proporciona mayor independencia y seguridad respecto al futuro, saber organizarte bien es clave para el corto y medio plazo. Por eso, antes de entrar en una vivienda no está de más realizar un presupuesto previo, claro y bien pensado, donde se tengan en cuenta los ingresos y las expectativas de gasto, para que el fin de mes no te pueda pillar por sorpresa. Por ejemplo, en 2019, último año del que se tienen datos, el INE señala que el gasto medio anual por persona en vivienda y suministros fue de casi 3.800 euros. De este modo, tendrás que considerar todos los gastos que supone tener una vivienda, que van desde el impuesto de bienes inmuebles (IBI) hasta un seguro del hogar o la tasa de basuras municipal.

Antes de firmar la hipoteca, es también aconsejable tener ahorrado en torno a un 30% del coste total de la vivienda y pensar que el pago de la cuota no debería suponer más del 35% de tus ingresos mensuales. Si te preocupa un poco que se te pueda ir de precio, ten en cuenta las zonas exteriores de las ciudades, que no solo cada vez están mejor conectadas, sino que su cobertura de servicios y ocio puede ser bastante atractiva y, por supuesto, sus precios son más asequibles.

Por último, más allá de contar con asesoramiento legal o inmobiliario de expertos, entrar en la compra de una vivienda es una decisión tan importante que seguramente te vendrá bien la opinión de un amigo o familiar. También has de tener en cuenta que un hogar unipersonal no necesariamente implica tener espacio para solo una persona. Si lo ves con perspectiva de futuro, quizá te interese una vivienda con más de un dormitorio. Ya no solo por si en algún momento debes acoger a alguien cercano a ti o te apetece formar una familia, sino que puedes rentabilizarlo como inversión si decides alquilar esa habitación.

Hay que tener en mente muchos factores si estás valorando la opción de comprarte una vivienda, pero, una vez todo bien ordenado y gestionado, seguro que no hay mejor sensación que la de pisar suelo y oler a hogar.

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