Los expertos aseguran que el crowdfunding puede ser un dinamizador del sector inmobiliario
“Ante una posible crisis del mercado inmobiliario, las plataformas de crowdfunding actuarían como un dinamizador del sector”, así lo afirma el 48% de los encuestados en el I Estudio “Inversión y Financiación alternativa en el Sector Inmobiliario” elaborado por el IE Real Estate Club y Urbanitae. Este informe, que realizamos justo antes del inicio de la crisis sanitaria provocada por el Covid19, está basado en un análisis cualitativo y cuantitativo que analiza la percepción de los profesionales del ámbito financiero e inmobiliario español sobre las nuevas plataformas de financiación participativa (PFP) y las posibilidades de desarrollo e inversión que ofrecen.
“En un escenario de limitación de financiación bancaria, sobre todo para el negocio de la promoción inmobiliaria, toda fuente de financiación alternativa a los bancos es más que necesaria y si estas plataformas funcionan pueden ser muy interesantes para evitar que se pare en seco la inversión inmobiliaria, tal y como ocurrió en la anterior crisis”, concluye el documento a partir de las opiniones de los entrevistados. De hecho, añaden que este tipo de plataformas puede servir como refugio para los capitales, ya que permiten invertir en productos que no tienen por qué tener una relación directa con la evolución de los mercados tradicionales. Y, por otra parte, sirven como una fuente nueva y alternativa de financiación para la economía, mitigando la dependencia con respecto a la banca. “Un dato este que no deja de resultar curioso ya que la encuesta se realizó mucho antes de la llegada del coronavirus a nuestras vidas y refleja la confianza que tienen muchos de los encuestados hacia este tipo de plataformas en caso de crisis”, señala Diego Bestard, CEO y fundador de Urbanitae.
Un futuro positivo para el crowdfunding inmobiliario
El 75% de los entrevistados opina que las plataformas de financiación participativa (PFP) suponen una oportunidad para fomentar la inversión global en el mercado inmobiliario. Los encuestados se muestran optimistas vaticinando que se producirá la consolidación del sector y que un número reducido plataformas alcanzarán un tamaño considerable, con niveles de captación de cientos de millones de euros anuales. El 57% de los expertos encuestados apunta, además, que este modelo de inversión experimentará un crecimiento exponencial “pues puede ser de mucha ayuda ante la existencia de proyectos que necesiten financiación, pero que no se pueden ajustar a las condiciones que exigen los fondos de inversión”.
En los próximos años se irá ganando confianza y seguridad a la hora de atraer inversores a las plataformas de crowdfunding y llegará un momento en el que se aceptará como una vía más de financiación o inversión, asegura el estudio. En definitiva, los profesionales auguran un futuro positivo para el crowdfundingaunque no descartan que el camino sea largo y esté condicionado por la capacidad para transmitir bien los riesgos asociados a esta fórmula, el nivel de transparencia de las compañías y por los resultados de los proyectos desarrollados, que pueden servir como impulsores en el caso de que sean exitosos, o suponer un freno si no se cubren las expectativas.
No obstante, los expertos destacan que el crowdfunding está aún un poco inmaduro para afrontar un escenario de crisis y, por ello, tiene que demostrar que puede ser un actor serio y que está preparado si los inversores reclamaran su dinero. En definitiva, el crowdfunding debe mejorar su regulación, mostrar su capacidad gestora incluso cuando la situación es claramente negativa y ofrecer siempre las máximas garantías al inversor. “En un escenario de máxima volatibilidad en los mercados como el que estamos viviendo ahora por el Covid-19, el crowdfunding inmobiliario ha demostrado ser una excelente alternativa de inversión en un valor que ya se ha erigido en refugio. La inversión inmobiliaria en tiempos de crisis es un valor seguro y estas plataformas ponen al alcance del pequeño y mediano inversor activos de referencia que hasta ahora solo eran accesibles para los profesionales”, concluye Bestard.