Viviendas de derecho de uso: ¿qué son?
Ante la escalada del precio del alquiler, que crece doce veces más rápido que los salarios, y el de las hipotecas, cuyo tipo de interés medio se encareció hasta el 2,38% TAE el pasado mes de febrero marcando así máximos desde noviembre de 2015, surge una tercera alternativa para aquellos que no quieren ni comprar, ni alquilar. Recurrir a una vivienda de derecho de uso.
Un modelo intermedio entre la propiedad y el arrendamiento en el que puedes disfrutar de una casa durante un tiempo indefinido y participar en la toma de decisiones sobre el diseño y la gestión de los espacios sin tener que comprarla. La propiedad de este tipo de viviendas está en manos de una cooperativa, en la que los socios de la misma pagan una aportación inicial y después una cuota mensual de derecho de uso del hogar que, si lo desean, puede ser por un periodo indefinido.
Esta fórmula de larga tradición en otros países europeos como Dinamarca, Noruega o Suecia, aún está poco explotada en España pero ya comienza a adquirir cierto protagonismo.
La cooperativa de vivienda ecosocial Entrepatios, que nació en 2011 con el objetivo de frenar la especulación inmobiliaria, inició a finales de 2018 en el barrio madrileño de Usera las obras de Las Carolinas, su primera promoción de viviendas en régimen de derecho de uso que albergará un total de 17 residencias de entre 61 y 83 metros cuadrados. Las casas, con estándar Passivhaus, estructura de madera y generación de energía fotovoltaica propia, se prevé que estén listas para entrar a vivir en ellas a lo largo del año 2020.
Según publica Innovaspain, los miembros de Las Carolinas han aportado inicialmente entre 30.000 y 50.000 euros, que son reembolsables si se marchan de la vivienda e incluso heredables, y tendrán que pagar una cuota de derecho de uso de la casa que oscila entre los 500 y los 800 euros al mes. Esta cantidad funciona como un alquiler pero, según explica Entrepatios a esta publicación, se trata de un importe un 20%-30% más económico que el del arrendamiento.
Aún sin finalizar la construcción de Las Carolinas, la cooperativa ya trabaja en dos promociones más. La primera de ellas estará ubicada en Vallecas y la conformarán un total de diez viviendas mientras que para la segunda aún están inmersos en el proceso de localización de una parcela.
Una iniciativa similar a la de Entrepatios es la de la asociación La Borda, en Can Batlló (Barcelona). Se trata de la primera cooperativa de vivienda en cesión de uso que ha construido un edificio nuevo de 28 pisos de protección oficial en un solar cedido por el Ayuntamiento de Barcelona durante 75 años improrrogables a cambio de un canon anual.
En este caso, los inquilinos, al margen de ser miembros de la cooperativa, deben reunir una serie de criterios que también marca este ayuntamiento catalán como haber residido un mínimo de dos años en la ciudad, no disponer de ninguna vivienda en propiedad y no superar el nivel de ingresos máximos para ser considerado como persona apta para solicitar una vivienda de protección oficial (VPO).
Asimismo, como socios de La Borda, los residentes realizaron una aportación inicial de 18.500 euros para acceder al piso y actualmente deben pagar una cuota mensual de derecho de uso que oscila en los 400 y 600 euros dependiendo del tamaño de la vivienda, que cuentan con entre 40 y 80 metros cuadrados de superficie.