Es un mercado en el cual se negocian activos financieros que ya han sido emitidos previamente en el mercado primario. En otras palabras, los activos que ya están en circulación y han sido comprados o emitidos por primera vez son objeto de compraventa en este mercado. El mercado secundario es crucial porque proporciona liquidez a los inversores que desean vender sus activos antes de su vencimiento o de su periodo de madurez.
En el contexto inmobiliario, el mercado secundario puede referirse a la compraventa de participaciones en fondos inmobiliarios o de propiedades ya existentes. Esto permite a los inversores comprar o vender activos inmobiliarios sin la necesidad de involucrarse directamente en la compra de una propiedad individual, lo que ofrece más flexibilidad y acceso al mercado.
El mercado secundario es fundamental para proporcionar liquidez en mercados de activos que, por su naturaleza, pueden ser menos líquidos, como los bienes raíces. Los inversores pueden vender sus participaciones en fondos inmobiliarios a otros participantes del mercado, sin tener que esperar a la venta de un activo físico. De esta forma, los fondos inmobiliarios, que generalmente invierten en propiedades de larga duración, ofrecen una vía para que los inversores diversifiquen y gestionen el riesgo de manera más efectiva..
Además, el mercado secundario también permite que los inversores que buscan salir de una inversión lo hagan de manera más eficiente, sin tener que esperar que el activo se venda en el mercado primario. Este mercado también puede ofrecer precios más ajustados a la realidad del mercado actual, dependiendo de la oferta y la demanda de los activos en cuestión.