Los REIT (real estate investment trusts) son vehículos de inversión inmobiliaria que permiten a pequeños y grandes inversores participar en el mercado inmobiliario a través de la compra de acciones de una entidad cotizada que posee, gestiona y alquila activos inmobiliarios generadores de rentas. Esta fórmula ofrece una forma accesible y diversificada de invertir en inmuebles sin necesidad de adquirir, gestionar o mantener propiedades directamente.
Una de sus principales características es que están obligados a repartir un alto porcentaje de los beneficios obtenidos —normalmente al menos el 90%— entre los accionistas en forma de dividendos, lo que los convierte en una opción atractiva para quienes buscan ingresos periódicos. Además, suelen beneficiarse de un régimen fiscal favorable que evita la doble imposición de los beneficios, siempre que se cumplan ciertos requisitos legales.
En España, este modelo se ha adaptado a través de las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario (socimis), reguladas por la Ley de Sociedades de Capital y por la Ley 11/2009, de 26 de octubre. Las socimis funcionan de manera similar a los REIT internacionales, con beneficios fiscales si reparten la mayoría de sus beneficios en forma de dividendos y si cotizan en mercados regulados. Estas sociedades han ganado protagonismo en el sector inmobiliario español como instrumento para canalizar inversión profesional e institucional en activos de alta calidad.
Los REIT son una opción atractiva para aquellos inversores que buscan exposición al sector inmobiliario sin tener que gestionar propiedades directamente. Además, ofrecen una liquidez superior en comparación con la propiedad directa, ya que sus acciones se negocian en mercados bursátiles, lo que permite a los inversores comprar y vender fácilmente.
Sin embargo, los inversores deben tener en cuenta que, aunque los REIT proporcionan ingresos pasivos a través de dividendos, también están sujetos a fluctuaciones en el mercado inmobiliario y la variabilidad en los precios de las propiedades. La rentabilidad de un REIT puede verse afectada por factores como las tasas de interés, la demanda del mercado inmobiliario y los cambios en las leyes fiscales.
Además, aunque los REIT pueden ser una excelente opción para diversificar una cartera de inversión, es crucial realizar una debida diligencia en cuanto a la calidad de los activos inmobiliarios que posee el REIT, así como la estrategia de gestión adoptada por la compañía.