Es una forma de inversión colectiva en la cual se reúnen los fondos de varios inversores para adquirir una cartera diversificada de activos. Los fondos de inversión están gestionados por profesionales, lo que permite a los inversores acceder a una amplia gama de activos sin necesidad de gestionar individualmente cada inversión.
Estos fondos permiten a los inversores diversificar su capital entre diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, bienes raíces, commodities, entre otros. Al hacerlo, los riesgos asociados a la inversión se reparten entre distintos instrumentos, lo que puede ayudar a reducir la exposición a pérdidas significativas en un solo activo o sector.
Los fondos de inversión se dividen en diferentes tipos según el perfil de riesgo, los objetivos de rentabilidad y los activos en los que invierten. Algunos ejemplos incluyen:
La principal ventaja de los fondos de inversión es que permiten a los inversores acceder a una gestión profesional sin necesidad de tener experiencia directa en los mercados. Los gestores del fondo se encargan de la selección y el monitoreo de los activos, lo que ahorra tiempo y esfuerzo a los inversores.
Sin embargo, los fondos de inversión también conllevan costos, generalmente en forma de comisiones de gestión y, en algunos casos, de rendimiento. Por ello, es fundamental que los inversores comprendan tanto las tarifas asociadas como la estrategia de inversión antes de comprometer su capital.