Ventajas fiscales de invertir en equity con Urbanitae
Last Updated on 26 noviembre 2025 by Equipo Urbanitae
Cuando se comparan proyectos de equity y de deuda en Urbanitae, lo primero que suele venir a la mente son el plazo y la rentabilidad. Pero hay otro factor que también influye en el resultado final: el momento en que se pagan los impuestos.
Aunque ambos tipos de proyectos tributan dentro de la base del ahorro, la mecánica fiscal puede afectar al rendimiento neto cuando se comparan varias inversiones seguidas en el tiempo.
En deuda, tributas más a menudo
Los proyectos de deuda inmobiliaria –en los que el inversor presta dinero al promotor a cambio de un tipo de interés– generan rendimientos del capital mobiliario. Esos intereses se declaran en el IRPF cuando se cobran, que normalmente coincide con el vencimiento del préstamo, al devolverse el capital junto con los intereses.
En algunos casos, si el préstamo prevé pagos periódicos de intereses (por ejemplo, trimestrales), el inversor debe tributar en cada cobro parcial. Pero en la mayoría de proyectos de Urbanitae, el pago se produce al final del proyecto, por lo que el impacto fiscal se concentra en un solo momento.
El tipo impositivo es progresivo, del 19% al 30%, según los tramos de ahorro.
En equity, los beneficios se materializan una sola vez
En los proyectos de equity o plusvalía, el inversor participa en el capital de la sociedad que desarrolla el proyecto. Los beneficios se generan cuando se vende el activo o se liquida la sociedad vehículo.
Aquí no recibes intereses, sino que tu dinero se reinvierte de forma natural durante todo el desarrollo del proyecto, hasta que se produce la venta del activo y se reparten los beneficios.
Fiscalmente, esos beneficios se consideran ganancias patrimoniales, que se declaran también al final del proyecto, cuando se obtiene el retorno. La diferencia, por tanto, no está en cuántas veces se tributa dentro de un proyecto, sino en cómo afecta la tributación cuando comparas varias inversiones seguidas.
En la práctica, esto significa que todo tu beneficio permanece invertido, generando más rentabilidad año tras año. Es, en cierto modo, una forma de aplicar el interés compuesto dentro de una inversión inmobiliaria: los beneficios no se reparten ni se gravan cada ejercicio, sino que se acumulan hasta el cierre.
Dos estrategias, dos efectos fiscales
Veamos cómo cambia el resultado entre ambos modelos.
| Concepto | Inversor A. Dos proyectos de deuda consecutivos (15% en 18 meses cada uno) | Inversor B. Un proyecto de equity a 3 años (TIR 15%) |
| Inversión inicial | 10.000€ | 10.000€ |
| Fiscalidad | Tributa dos veces (cada vez que cobra) | Tributa una sola vez (al final del proyecto) |
| 1.ª operación | Cobra 11.500€ → paga 285€ → reinvierte 11.215€ | – |
| 2.ª operación | Cobra 12.897€ → paga 319€ | – |
| Ganancia neta acumulada | +2.578€ | +4.212€ |
| Capital final neto | 12.578€ | 14.212€ |
| Eficiencia fiscal | Base de reinversión se erosiona dos veces | Capital crece sin interrupciones todo el periodo |
Ejemplo ilustrativo. Las cifras son orientativas y no representan un proyecto real.
La conclusión es sencilla: pagar impuestos al final es mejor que pagarlos cada año. En los proyectos de equity, ese diferimiento fiscal actúa como un pequeño turbo para tu rentabilidad total.
Rentabilidad, tiempo y eficiencia fiscal
Más allá del efecto numérico, este modelo tiene otra ventaja: simplifica la gestión del inversor. Mientras que en deuda recibes intereses periódicos (y debes declarar cada uno), en equity solo tienes una ganancia que declarar cuando el proyecto finaliza.
Aunque la deuda ofrece estabilidad y plazos más cortos, cuando un inversor encadena varios proyectos en el mismo horizonte temporal, la fiscalidad juega a favor del equity: tributas una sola vez y dejas que todo el capital —incluidos los beneficios— se acumule durante más tiempo.
Como explica José María Gómez-Acebo, director de Relaciones Institucionales de Urbanitae: “Cuando inviertes en proyectos de equity, el interés trabaja para ti durante todo el ciclo. No lo retiras ni lo fragmentas: lo dejas crecer hasta el final, y eso marca la diferencia”.
Cuatro ventajas de invertir en equity
Invertir en equity con Urbanitae te permite:
- Tributar solo al final del proyecto.
- Evitar la erosión fiscal de reinversiones sucesivas.
- Aprovechar la capitalización continua del beneficio dentro del vehículo.
- Y a menudo, obtener un rendimiento neto superior en plazos equivalentes.
El tiempo no siempre es un enemigo del inversor. A veces, es su mejor aliado.
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