¿Por qué las empresas apuntan a las oficinas flexibles?
Las oficinas flexibles se refieren a espacios de trabajo que permiten a los empleados elegir cuándo y dónde trabajar dentro de un entorno compartido y adaptable. Esto puede incluir desde estaciones de trabajo «hot-desk» (escritorios compartidos que se ocupan por turnos) hasta salas de reuniones temporales y áreas de trabajo colaborativo. Lo importante es que estos espacios pueden ser configurados según las necesidades del momento, fomentando un ambiente dinámico que va mucho más allá de la estructura tradicional.
La transformación de los espacios de trabajo en los últimos años ha sido notable y con la creciente demanda de flexibilidad a raíz de la pandemia, el concepto de oficinas flexibles ha emergido como una alternativa cada vez más valorada por empresas en diversos sectores. Desde startups hasta firmas consolidadas están viendo en los espacios flexibles una solución moderna que se adapta a sus necesidades cambiantes, pero ¿quién se ha sumado a esta tendencia y por qué resulta relevante para el futuro del mercado inmobiliario?
Expansión y perspectivas de crecimiento
Las oficinas flexibles han experimentado una expansión sostenida en los últimos años. Según datos recogidos por el nuevo informe de JLL y ProWorkSpaces, en Madrid y Barcelona, la superficie total dedicada a estos espacios alcanzó los 643.438 metros cuadrados en el primer semestre del año, lo que representa un incremento interanual promedio del 12% en los últimos cinco años. De acuerdo con estimaciones, se espera que para 2030 los espacios flexibles representen hasta un 8% de la superficie total de oficinas en ambas ciudades, lo cual marcaría una evolución significativa respecto al 3% actual en Barcelona y al 2,3% en Madrid.
La pandemia ha tenido una gran influencia en esta tendencia, ya que más de 200.000 metros cuadrados se incorporaron al mercado a partir de 2020, impulsados por la necesidad de adaptarse a nuevos modelos de trabajo. La demanda de estos espacios crece en especial entre empresas que buscan reducir los compromisos a largo plazo y asegurar ubicaciones estratégicas en zonas céntricas.
Esto es especialmente visible en Madrid, donde el distrito financiero y el centro de la ciudad abarcan el 84% de la superficie de espacios flexibles, mientras que en Barcelona el distrito 22@, conocido por ser el área de negocios enfoque en tecnología e innovación, alberga el 43% de estos espacios en la ciudad. Aunque también podemos encontrar espacios flexibles repartidos por toda la geografía española, destacando ciudades como Zaragoza, Logroño, Pamplona, Valencia o Sevilla y Málaga, donde se ha visto una gran ocupación.
Perfiles de empresas: ¿quién ocupa los espacios flexibles?
Inicialmente, las oficinas flexibles se asociaban sobre todo con empresas tecnológicas, atraídas por la posibilidad de escalabilidad y un entorno que favorece la colaboración y la innovación. Sin embargo, actualmente vemos una diversificación en los perfiles de empresas que optan por este modelo. A día de hoy, aunque las tecnológicas siguen liderando la ocupación, el sector financiero ha ganado terreno, representando el 23% de la contratación en espacios de gran tamaño en Madrid y Barcelona.
En áreas más periféricas, otros espacios más pequeños son utilizados en gran medida por actividades profesionales como consultoría, legal y marketing, sectores con alta presencia de pymes y trabajadores autónomos. La combinación de flexibilidad y coste competitivo se alinea con las necesidades de estas empresas, que valoran la capacidad de operar en un entorno profesional sin los costes y compromisos de una oficina convencional.
Una tendencia que se consolida
Para muchas empresas, la ubicación y la flexibilidad han sido los factores clave que determinan la elección de oficinas flexibles. Por lo general, los usuarios de este tipo de espacios señalan que la proximidad a los centros urbanos es el principal atractivo. Adicionalmente, los modelos de pago por uso y la externalización de servicios como la limpieza y el mantenimiento han ganado popularidad, lo cual facilita a las empresas centrarse en su actividad principal sin preocuparse por la gestión operativa.
Además, no solo en España estamos viendo una consolidación de esta tendencia, sino que en otros países Europeos están acostumbrándose a este tipo de espacios. Los más destacados en el ranking por ahora son Ámsterdam y Utrecht seguido de Barcelona, Varsovia, Milán y Madrid. Otros países que están dentro del top 10 son Berlín, Praga, Lisboa y París.
Conclusión
El auge de las oficinas flexibles en España responde a una demanda empresarial cada vez más orientada hacia la flexibilidad y la eficiencia de costes. Con proyecciones de crecimiento que apuntan a una participación considerable en el mercado de oficinas para 2030, ha quedado claro que este tipo de espacios seguirá transformando el paisaje corporativo.
La clave para las empresas está en analizar cuidadosamente sus necesidades y elegir espacios que ofrezcan tanto una ubicación estratégica como la flexibilidad operativa necesaria para adaptarse a un mundo laboral en constante cambio. En este sentido, las oficinas flexibles no solo representan una respuesta a las necesidades actuales, sino también una inversión en el futuro del trabajo.