Por qué no debes invertir en algo que no conoces

Invertir en algo que no conoces puede ser una pérdida importante en varios aspectos.

Por qué no debes invertir en algo que no conoces

El mundo de las inversiones, el acceso a información y la posibilidad de diversificar se han expandido mucho en los últimos años. Sin embargo, uno de los errores más comunes a la hora de convertirse en inversor es empezar en productos o mercados que no se comprenden bien o que nos resultan complejos. Si el objetivo, en este caso, fuera invertir para formar patrimonio, hay que tener claro que no puede ocurrir de la noche a la mañana, por esto es importante entender por qué no es buena idea invertir en algo que no conoces.

Conocer a fondo una inversión no solo ayuda a evitar riesgos innecesarios, sino que también puede mejorar las posibilidades de éxito. Para evitar caer en las tentaciones de arriesgar nuestro dinero en mercados que prometen ganar dinero rápido y sin esfuerzo, vamos a analizar en este artículo por qué es importante conocer el mercado en el que vas a invertir.

1. El conocimiento reduce el riesgo

Invertir en algo que no entiendes del todo es como navegar en aguas desconocidas sin un mapa. El conocimiento proporciona una visión clara sobre cómo funciona la inversión, los riesgos involucrados y las potenciales recompensas. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), advierte que deshacer una inversión puede llegar a ser complicado y costoso, por esto es fundamental conocer el perfil del inversor, informarse bien y seguir los pasos necesarios en la toma de decisiones de inversión. De la misma manera, hay que tener en cuenta que la inversión es solo un componente dentro de la planificación financiera personal, por lo tanto, si damos el paso de elegir esta alternativa para hacer crecer nuestro patrimonio, es importante tomársela en serio.

Por ejemplo, si estás considerando invertir en bienes raíces a través del crowdfunding inmobiliario, es importante entender cómo se estructuran estos proyectos, cuáles son los plazos típicos de retorno y qué factores pueden afectar la rentabilidad. Al comprender los fundamentos de una inversión, podremos tomar decisiones informadas y estratégicas en lugar de dejarnos llevar por corazonadas o tendencias pasajeras.

2. La importancia de entender la volatilidad

La volatilidad es un factor crucial en cualquier inversión y entender cómo afecta a tu inversión es esencial para una buena gestión del riesgo. Por ejemplo, el índice de volatilidad VIX, conocido como el “índice del miedo”, muestra la expectativa de volatilidad del mercado a 30 días. 

Cada tipo de inversión viene con su propio conjunto de riesgos y volatilidades. Los mercados financieros son siempre inciertos, en mayor o menor medida, y las inversiones en productos o sectores que no comprendes pueden aumentar significativamente tu exposición al riesgo. Sin un entendimiento sólido, podríamos encontrarnos con sorpresas desagradables, como caídas inesperadas en el valor o pérdidas imprevistas.

3. Las modas de inversión y el riesgo de burbujas

En ocasiones, los inversores se sienten atraídos por modas o tendencias sin entender del todo el producto o el mercado en el que van a invertir. Las inversiones populares pueden generar una falsa sensación de seguridad, pero el verdadero valor se basa en el entendimiento profundo. La realidad es que este tipo de inversiones pueden ser más volátiles y susceptibles a ser más inestables, por lo que puede resultar finalmente en pérdidas significativas si la moda pasa o el mercado se ajusta. 

Este fue el caso, por ejemplo, de la burbuja tecnológica de finales de los 90. Muchos inversores se lanzaron a comprar acciones de empresas tecnológicas sin entender realmente sus modelos de negocio, lo que resultó en pérdidas masivas cuando la burbuja estalló. 

4. Asesoría profesional y experiencia

Aunque mantenerse informado y dedicar un tiempo a leer y aprender antes de invertir es importante, siendo realistas, no todo el mundo va a tener la oportunidad de convertirse en un experto en finanzas antes elegir el producto o mercado en el que invertir. Como apoyo, para tener una mayor seguridad, es una buena alternativa contar con la experiencia o asesoría de expertos en el área de inversión. 

A la hora de tomar riesgo, no hace falta que sigas el camino de otros, sino que lo ideal sería evaluar nuestro portfolio según cada situación. Por ejemplo, siendo jóvenes es posible que estemos más dispuestos a asumir un riesgo mayor que en una edad más madura. De la misma manera, puedes ir adaptándolo cada año según tu situación según vayan evolucionando las condiciones. Esto no es trabajo para todo el mundo, por ello, siempre será favorable la ayuda de un asesor que pueda analizar cada proyecto de inversión y ofrecer asesoramiento personalizado.

Conclusión 

Siendo una persona con una gran tolerancia al riesgo y sin mucho tiempo para mantenerse informado en estos temas, invertir en algo que no conocemos puede parecer una buena idea, sin embargo, después de la primera pérdida es cuando nos damos cuenta que es mejor ser precavido.

Antes de dar el paso, debemos considerar que hay que dedicarle tiempo a entender los mercados y los productos en los que se pueden invertir. Si se necesita, también es una opción a valorar, contar con un apoyo extra, es decir, un profesional que nos asegure que estamos tomando las decisiones acertadas para alcanzar tus objetivos financieros. 

Publica un comentario