Data centers: objeto de deseo de la inversión inmobiliaria
Europa necesitaría más de 3.000 nuevos data centers para satisfacer la creciente demanda de procesamiento, organización y almacenamientos de datos, según un informe de Aggreko, proveedora de soluciones de energía especializada en este sector.
La consultora Savills estima que en 2025 el número de centros de datos se multiplicará por 2,5 en el continente. Un crecimiento que se augura aún mayor en España, donde algunos cálculos apuntan a que la capacidad crecerá hasta seis veces en 2026. Además, Spain DC, la Asociación Española de Data Center, prevé que nuestro país atraiga en los próximos años en torno a 7.000 millones de euros en inversiones.
El potencial de España en este campo viene avalado por tres factores fundamentales. En primer lugar, su capacidad de generación de energía renovable. El mantenimiento de los data center conlleva un importante gasto energético y en algunos países se están planteando la aplicación de restricciones al respecto.
También contamos con una posición geográfica favorable y estrechos vínculos con otros continentes como África, especialmente con los países del norte, y con Latinoamérica y Estados Unidos.
Por último, el tejido empresarial español, así como una mano de obra cualificada, configuran un ecosistema que facilita la instalación de las compañías que prestan este tipo de servicios.
Un posicionamiento en el que destaca Madrid como la región líder en la industria de los centros de datos. La asociación calcula que en 2026 moverá una inversión superior a los 16.000 millones de euros. Esto le permitirá pasar de una potencia de 147 MW a 613 MW, lo que supone multiplicar por cuatro su capacidad.
Creciente interés inversor en data centers
La carrera emprendida por España para situarse como uno de los mayores hubs tecnológicos europeos también ha cambiado el panorama de la inversión inmobiliaria. Estos activos son los nuevos reyes del segmento industrial, que incluye además los inmuebles logísticos. Las empresas proveedoras de este tipo de servicios constituyen un nuevo mercado que, a la vista de su proyección de crecimiento, resultan especialmente atractivas para el real estate.
Al albor de este nuevo escenario, cada vez más operadores invierten en este sector. Estos son algunos ejemplos:
- A finales de 2022 el fondo estadounidense Thor Equities adquiría al grupo Icona Capital las instalaciones de la antigua planta embotelladora de Casbega en Fuenlabrada, un gran emplazamiento industrial en Madrid. Más de 200.000 metros cuadrados de uso industrial que se transformarán en un gran centro de datos. Este se denominará Madrid One y desplegará una capacidad de 100MW. Se estima que el proyecto supondrá una inversión de 600 millones de euros.
- La promotora inmologística Panattoni anunciaba el pasado mes de abril la firma de un acuerdo con el Consorcio del Parc de l’Alba, integrado por el Instituto Catalán del Suelo -Incàsol- y el Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès, para la compra de un solar de 60.000 metros cuadrados en esta localidad donde se instalará uno de los mayores data center de Cataluña. El centro, cuya inversión estimada podría alcanzar los 300 millones de euros, contará con una potencia instalada de 42 MW.
- Los centros de datos son también una de las apuestas de la socimi Merlin Properties. En su hoja de ruta tiene previsto cerrar 2023 con tres centros inaugurados, que suponen una inversión de 380 millones de euros. Además, proyecta otros cuatro para los próximos ejercicios, con una superficie conjunta de más de 95.000 metros cuadrados.
En líneas generales, los expertos se muestran optimistas sobre el futuro de la inversión en centros de datos. En la encuesta de sentimiento de la inversión promovida por la firma CBRE, el 89% de los inversores en la industria data center prevén aumentar sus inversiones este año, tras un 2022 en el que predominó la cautela.