‘Cohousing’ sénior y nuda propiedad, la respuesta del real estate al envejecimiento de la población

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‘Cohousing’ sénior y nuda propiedad, la respuesta del real estate al envejecimiento de la población

La población española envejece y sus costumbres cambian, y ante esto el mercado inmobiliario se ha ido adaptando con la aparición de nuevos modelos residenciales.

En 2017, el número de personas mayores de 65 años en España alcanzaba el 19%, y se espera que para 2031 supongan el 26% del total, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados por EjePrime. Esta situación ha originado que lleguen a nuestro país  formatos como el cohousing sénior y se extienda la nuda propiedad a este segmento poblacional.

El cohousing sénior surgió en Dinamarca desde donde se exportó a los países vecinos del norte de Europa y después a Estados Unidos. Pero ¿en qué consiste este modelo residencial? Su forma podría asemejarse a las residencias de mayores aunque presenta algunas diferencias.

Se trata de pequeños barrios o urbanizaciones de casas independientes cuyos vecinos no quieren mudarse a una residencia sino disfrutar de la independencia de poseer su propia casa. En estas comunidades se comparten amplias zonas comunes y servicios que van desde la atención médica y limpieza a cuidado de niños o actividades culturales.

Todos los habitantes del edificio forman parte de una cooperativa, propietaria del inmueble, que les cede el derecho de uso de por vida.

La otra forma que se está extendiendo entre los mayores de 65 años para poder seguir viviendo en su casa es la venta de la nuda propiedad. Este sistema supone que el comprador adquiere la propiedad pero no puede disfrutarla de pleno derecho ya que el usufructo de la misma sigue perteneciendo al vendedor. El usufructo se establece o por un periodo de tiempo o de forma vitalicia de tal manera que el nuevo propietario del inmueble no puede disfrutarlo hasta que el usufructuario fallece.

De este modo, las personas mayores tienen la posibilidad de seguir viviendo en sus casas sin los trastornos que suponen las mudanzas a residencias o con familiares. Además, el dinero de la venta lo reciben en el instante de la cesión de la nuda propiedad y en un solo pago. Asimismo, ya no tendrán que hacerse cargo del IBI ni las derramas extraordinarias de la vivienda.

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