En el ámbito de Urbanitae, los proyectos de plusvalía forman parte de la categoría general de proyectos de equity, lo que significa que los inversores participan como socios en la sociedad que desarrolla el proyecto. Esta estructura les permite compartir con el promotor los beneficios obtenidos por la revalorización del activo, así como los riesgos inherentes al proceso.
Normalmente, estos proyectos implican la promoción de nuevas promociones residenciales u operaciones de compra y rehabilitación de activos inmobiliarios con potencial de reventa. La rentabilidad se genera cuando el activo se vende a un precio superior al coste total del proyecto, descontando gastos e impuestos. No suelen ofrecer retornos periódicos, ya que el beneficio se materializa al cierre de la operación.
Participación como socio: El inversor entra en el capital de la sociedad vehículo, junto al promotor, sin asumir obligaciones de gestión.
Retorno único: Los beneficios se reparten al finalizar el proyecto, una vez que el activo ha sido vendido y liquidados los gastos.
Horizonte de inversión: Generalmente corto o medio plazo (de 18 a 36 meses, dependiendo del proyecto).
Mayor potencial de rentabilidad: En comparación con otras modalidades de inversión inmobiliaria, aunque también con un mayor nivel de riesgo.
Factores críticos: La buena gestión del promotor, la evolución del mercado y el control de los costes son determinantes para el éxito del proyecto.
Estrategia de salida: Está definida desde el inicio y suele estar vinculada a la comercialización total del activo.