Es el rendimiento financiero de una inversión sin tener en cuenta la inflación u otros factores que puedan afectar el poder adquisitivo del dinero. La rentabilidad nominal es el cálculo básico del retorno de una inversión, expresado como un porcentaje sobre el capital invertido. Este tipo de rentabilidad no ajusta los rendimientos a la variación de los precios o al coste de vida, por lo que no refleja el impacto real de la inflación en el valor del dinero.
Aunque la rentabilidad nominal es útil para calcular el rendimiento bruto de una inversión, no da una visión completa de la rentabilidad real, ya que no toma en cuenta el poder adquisitivo del dinero a lo largo del tiempo.
Una de las limitaciones de la rentabilidad nominal es que puede dar una visión distorsionada del rendimiento real de una inversión, especialmente en contextos de alta inflación. Si el rendimiento nominal de una inversión es del 5% pero la inflación es del 3%, el retorno real (ajustado por inflación) será solo del 2%. Por lo tanto, la rentabilidad nominal puede parecer positiva, pero en términos de poder adquisitivo, el rendimiento puede ser mucho menor.
Es crucial que los inversores evalúen también la rentabilidad real, que ajusta el rendimiento nominal teniendo en cuenta la inflación, para obtener una imagen más precisa del valor real de sus rendimientos. Además, algunos inversores pueden querer comparar la rentabilidad nominal con la rentabilidad de otros activos o índices para evaluar la competitividad de la inversión.