Son fondos de inversión que invierten en empresas no cotizadas, generalmente a través de la compra de participaciones mayoritarias o significativas. El objetivo de los fondos de capital privado es generar beneficios a largo plazo mediante la mejora y el crecimiento de las empresas en las que invierten, para luego obtener rendimientos mediante la venta o salida a bolsa de esas empresas.
A diferencia de otros tipos de fondos, los fondos de capital privado no se enfocan en activos cotizados, sino en empresas privadas con alto potencial de crecimiento, que requieren capital para expandirse o mejorar su estructura. Este tipo de fondo busca añadir valor a las empresas a través de estrategias como la reestructuración, optimización operativa o expansión a nuevos mercados.
Los fondos de capital privado suelen invertir en sectores específicos y buscan empresas con un alto potencial de revalorización. Las características clave de estos fondos incluyen:
Aunque estos fondos ofrecen la posibilidad de obtener altos rendimientos, también conllevan un nivel de riesgo elevado, ya que las empresas en las que invierten suelen estar en etapas de crecimiento o reestructuración. Por lo tanto, los fondos de capital privado son más adecuados para inversores con una alta tolerancia al riesgo y un horizonte temporal a largo plazo.