Son fondos de inversión privados y no regulados que buscan obtener rendimientos a través de diferentes estrategias de inversión. Conocidos también como hedge funds, están diseñados para maximizar el retorno de los inversores, independientemente de las condiciones del mercado, utilizando una variedad de técnicas sofisticadas. Su principal objetivo es generar beneficios consistentes y superiores al mercado, minimizando el riesgo.
A diferencia de los fondos tradicionales, los hedge funds pueden operar de manera más flexible y con menos restricciones, lo que les permite emplear estrategias agresivas, como el apalancamiento, la venta en corto y el uso de derivados. Esto les permite obtener beneficios incluso cuando los mercados están a la baja o en situaciones de alta volatilidad.
Los hedge funds emplean diversas estrategias de inversión, entre las que se incluyen:
A pesar de su flexibilidad y alto potencial de rentabilidad, los hedge funds conllevan un alto nivel de riesgo y suelen ser inaccesibles para los inversores minoristas, ya que requieren grandes inversiones iniciales y están reservados para inversores acreditados o institucionales.