Los fondos europeos de inversión a largo plazo (FILPE) son vehículos creados por la Unión Europea para canalizar capital hacia sectores que necesitan financiación sostenida, como infraestructuras, energías renovables, vivienda asequible o pymes. Están sujetos a una regulación específica que promueve la inversión en la economía real, garantizando una protección sólida para el inversor. Una de sus características clave es la obligación de destinar una parte significativa de sus activos a inversiones ilíquidas, como empresas no cotizadas o activos reales.
La normativa de los FILPE se actualizó en 2023 para hacerlos más accesibles, especialmente para inversores minoristas. Entre las mejoras destacan la reducción de las barreras de entrada, reglas más flexibles de diversificación y la posibilidad de ofrecer liquidez parcial. Además, gracias a su “pasaporte europeo”, pueden comercializarse en todos los países de la UE sin requisitos adicionales, lo que facilita la captación de capital a nivel continental.
Las principales características de los FILPE incluyen:
Los FILPE representan una opción atractiva para quienes buscan diversificar su cartera con inversiones estables y con impacto en la economía real, especialmente en sectores estratégicos como las infraestructuras o la innovación. Su marco regulatorio ofrece garantías sólidas y una perspectiva europea que favorece la eficiencia y la diversificación. No obstante, su menor liquidez y el horizonte temporal prolongado que exigen pueden no ser adecuados para todos los perfiles inversores, por lo que es fundamental valorar cuidadosamente los objetivos y necesidades antes de invertir.