Son pagos periódicos que una empresa realiza a sus accionistas como parte de las ganancias obtenidas. Estos pagos representan una participación en los beneficios generados por la empresa y se distribuyen en proporción a la cantidad de acciones que cada inversor posee.
Los dividendos son una de las formas más comunes en que las empresas recompensan a sus accionistas por su inversión y confianza. Pueden ser entregados en efectivo o en forma de acciones adicionales, dependiendo de la política de dividendos de la empresa.
Los dividendos suelen ser determinados por el consejo de administración de la empresa y están sujetos a varios factores, como los resultados financieros, los objetivos de crecimiento y las condiciones del mercado. Existen diferentes tipos de dividendos, entre ellos:
En el contexto de las inversiones inmobiliarias, algunas empresas, como los fondos de inversión inmobiliaria (REITs, por sus siglas en inglés), distribuyen dividendos regularmente a sus inversores, derivados de los ingresos por alquileres o ventas de propiedades.
Para los inversores, los dividendos representan una fuente de ingresos pasivos y pueden ser un indicador de la salud financiera de la empresa. Sin embargo, no todas las empresas pagan dividendos, ya que algunas prefieren reinvertir las ganancias para fomentar el crecimiento.
La decisión de invertir en empresas que pagan dividendos depende del perfil del inversor y de sus objetivos, ya sea generar ingresos constantes o buscar apreciación del capital.