Distrito Natural: vivienda ecológica y colaborativa para un futuro sostenible

Distrito Natural: vivienda ecológica y colaborativa para un futuro sostenible. Eco-friendly and collaborative housing for a sustainable future. Habitat écologique et collaboratif pour un avenir durable. Habitação ecológica e colaborativa para um futuro sustentável. Ökologisches und kollaboratives Wohnen für eine nachhaltige Zukunft. Abitazioni ecologiche e collaborative per un futuro sostenibile.

Distrito Natural: vivienda ecológica y colaborativa para un futuro sostenible

Last Updated on 18 septiembre 2025 by Equipo Urbanitae

En un sector inmobiliario marcado por la urgencia de dar respuesta a la falta de vivienda y al mismo tiempo a la crisis climática, surgen proyectos que plantean un cambio de paradigma. Distrito Natural, liderado por Iñaki Alonso -arquitecto y CEO de la compañía-, apuesta por un modelo de hogar  ecológico y colaborativo que combina eficiencia energética, comunidad y sostenibilidad. En esta entrevista, Alonso explica cómo la descarbonización, la innovación social y la creación de nuevos modelos residenciales están transformando la manera en que concebimos nuestros hogares.

¿Qué os motivó a lanzar un proyecto inmobiliario como Distrito Natural, centrado en reducir el impacto ambiental de la vivienda?

Tras dos décadas de trayectoria con el estudio de arquitectura sAtt, teníamos la convicción de que era posible ofrecer una nueva alternativa en el mercado inmobiliario: un modelo de vivienda que redujera al máximo su huella ecológica y que, al mismo tiempo, generara comunidad y bienestar.

Para mí, la vivienda es una herramienta de regeneración ambiental y social; un espacio que ayuda a las personas a vivir mejor y a contribuir al futuro del planeta. En un sector que, por lo general, resulta muy inmovilista y tradicional, vimos la oportunidad de impulsar un modelo que integrara ahorro, sostenibilidad y comunidad.

Ofrecéis propuestas de covivienda y coliving. ¿En qué se diferencian estos dos modelos y qué ventajas tienen frente a la vivienda tradicional?

En ambos casos, la clave está en la creación de comunidad y en compartir espacios y servicios que enriquecen la vida cotidiana, como la lavandería, el huerto urbano, el coworking, la terraza en la azotea o la producción de energía fotovoltaica.

El coliving responde más a quienes buscan estancias temporales de alquiler, mientras que la covivienda se orienta a proyectos estables de propiedad privada, con una fuerte participación en el diseño y la gestión del día a día por parte de la propia comunidad. Este es el caso de la promoción Pirita en Usera (Madrid), entregada en febrero de 2025, y del edificio Tomás Bretón en Arganzuela, que estamos a punto de finalizar.

También desarrollamos proyectos de un tercer modelo, el cohousing, que se basa en el derecho de uso: una forma de tenencia a medio camino entre la compra y el alquiler, en la que las comunidades tienen aún mayor peso en las decisiones desde el inicio del proyecto. Este es el caso de Entrepatios Las Carolinas (terminado en 2020) y de otros que estamos impulsando actualmente en Rivas o Navalcarnero (Madrid).

Lo común a todos estos formatos es que permiten optimizar recursos, reducir el impacto ambiental y generar entornos comunitarios más enriquecedores que la vivienda tradicional.

¿En qué medida estos formatos innovadores están transformando un sector tan consolidado como el inmobiliario?

Creo que estamos introduciendo una mirada distinta en el sector, poniendo en el centro a las personas y al planeta, y no solo al producto inmobiliario en sí.

Al priorizar la sostenibilidad y la colaboración, demostramos que es posible habitar de otra manera: más coherente con los retos actuales y sin renunciar al confort ni al ahorro; todo lo contrario.

Los proyectos de Distrito Natural se adaptan a un futuro en el que, por ejemplo, las olas de calor serán más frecuentes. Gracias a la producción fotovoltaica, el diseño pasivo y la eficiencia energética, garantizamos el bienestar en el hogar con una factura mínima.

No buscamos sustituir el modelo tradicional, sino abrir nuevas vías que aporten diversidad, resiliencia e impacto positivo en la forma en que vivimos.

“El mercado de inversión en España está evolucionando hacia una mayor valoración de proyectos con compromiso ESG”

La descarbonización del sector inmobiliario es uno de los grandes desafíos ambientales actuales. ¿Cómo lo enfrentáis desde Distrito Natural y qué implica para los residentes vivir en una vivienda carbono cero?

En Distrito Natural entendemos la descarbonización como un compromiso integral: desde el diseño bioclimático y el uso de materiales de bajo impacto, hasta la producción de energía renovable y la completa electrificación de los edificios.

Creamos hogares que reducen al máximo sus emisiones durante todo el ciclo de vida y compensan las inevitables, alcanzando el estándar de carbono neutro. Para los residentes, esto significa vivir en hogares más eficientes, saludables y confortables, que reducen los costes energéticos y contribuyen activamente al cuidado del planeta.

En este sentido, la madera es uno de nuestros grandes aliados y una de las señas más distintivas de nuestros proyectos. En lugar de hormigón y acero -que emiten gran cantidad de CO₂ en su producción y transporte- utilizamos estructuras de madera, un material que, además de sostenible, actúa como sumidero de carbono.

La eficiencia energética es una de vuestras señas de identidad. ¿Qué tipo de ahorro, tanto energético como económico, puede esperar una familia que viva en una de vuestras promociones?

Gracias al diseño pasivo y bioclimático, al uso de energías renovables y a la alta calidad constructiva, una familia puede reducir entre un 70 % y un 80 % su consumo energético respecto a una vivienda convencional. Esto se traduce en facturas mucho más bajas y estables, además de una mayor independencia frente a los vaivenes del mercado energético.

En un hogar de 100 m², las facturas mensuales oscilan entre 20 y 50 €, incluyendo calefacción, aire acondicionado y agua caliente. Esto supone un gasto notablemente inferior al de una vivienda convencional: en torno a 1.400 € menos al año.

Cuando se compra una casa con una hipoteca a 25 o 30 años, no solo se asume una deuda financiera: también existe el riesgo de cargar con una “hipoteca energética”. Desde esta perspectiva, una vivienda de Distrito Natural permite un ahorro de hasta 45.000 € en 30 años.

¿Qué características o elementos consideráis indispensables para que una vivienda sea verdaderamente sostenible?

Tenemos claro que la energía más limpia -y más barata- es siempre la que no se consume. Pero para que un hogar sea realmente sostenible no basta con que sea muy eficiente en términos de energía o emisiones de CO₂. Es necesario analizar todo su ciclo de vida: desde la extracción de materiales hasta el final de su vida útil, considerando sus distintos impactos, como el consumo de agua, el agotamiento de la capa de ozono y de otros recursos, o los relacionados con la toxicidad hacia las personas y los ecosistemas.

Este análisis, que realizamos con la herramienta Ecómetro ACV, nos permite seleccionar materiales de bajo impacto, aplicar sistemas constructivos que prolonguen la durabilidad del edificio y desarrollar un diseño que optimice la eficiencia desde el inicio.

Otro aspecto fundamental es el consumo de agua, especialmente en un contexto futuro de mayores sequías. Los hogares de Distrito Natural ahorran un 30 % de agua gracias a un sistema pionero de reutilización biológica de aguas grises para riego e inodoros.

“La vivienda ecológica y colaborativa es viable, rentable y replicable en distintos contextos”

En un contexto tensionado, especialmente en grandes ciudades, ¿crees que vuestro modelo puede ayudar a democratizar el acceso a la vivienda?

Sí, precisamente porque uno de los grandes problemas del sector inmobiliario en la actualidad es la falta de vivienda, especialmente de promociones sociales y protegidas. Según el Banco de España, existe un déficit de 600.000 nuevos hogares.

Es necesario aumentar el parque y hacerlas asequibles; sin embargo, perderíamos una gran oportunidad si no lo hacemos reduciendo al mínimo las emisiones de CO₂, preparándolas para los impactos del cambio climático y garantizando que sean también asequibles en su uso, de modo que la calefacción y la refrigeración no supongan un gran coste económico.

Para lograrlo, necesitamos la implicación de todos los actores: desde las instituciones públicas hasta las promotoras inmobiliarias. En este sentido, Distrito Natural y la asociación Provivienda hemos firmado un acuerdo de colaboración para impulsar la promoción asequible y social junto con administraciones locales y nacionales, y ya contamos con varios proyectos en estudio.

¿Qué principales barreras encontráis hoy en día en el sector inmobiliario para implementar vuestros modelos de vivienda?

Las principales barreras tienen que ver con un sector muy rígido y acostumbrado a repetir modelos tradicionales. Arrastramos inercias culturales, normativas complejas y procesos administrativos que, en ocasiones, dificultan la innovación.

Otro reto -aunque cada vez menor- es encontrar financiación y suelos adecuados para proyectos sostenibles y asequibles. No obstante, en este sentido hemos notado una gran mejora en los últimos años: cada vez se conocen y se valoran más propuestas de valor como la nuestra, en sintonía con lo que ocurre en otros países avanzados de Europa.

El mercado de inversión en España está evolucionando hacia una mayor valoración de proyectos con compromiso ESG, entendiendo que integrar rentabilidad con sostenibilidad, impacto social y gobernanza responsable es clave para generar confianza y responder a los retos actuales.

¿Qué objetivos o metas tenéis a medio y largo plazo para seguir impulsando este modelo?

Estamos en proceso de consolidar nuestro modelo actual de promociones para seguir demostrando que la vivienda ecológica y colaborativa es viable, rentable y replicable en distintos contextos, también fuera de las ciudades, con proyectos de regeneración rural como Vibio.land. Al mismo tiempo, nuestro objetivo es escalar este modelo, integrándolo en políticas públicas y colaborando con instituciones para ampliar el parque sostenible y asequible.

A largo plazo, confiamos en convertirnos en una referencia en España y en abrir camino hacia un futuro del sector inmobiliario alineado con los objetivos de descarbonización y con la creciente demanda de proyectos con impacto social y ambiental positivo. Creemos que la vivienda puede y debe ser motor de transformación y resiliencia.

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diego.gallego@urbanitae.com

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