
Déficit de vivienda en España: el FMI pide acelerar la construcción
Last Updated on 23 julio 2025 by Urbanitae
En un momento en que el acceso al inmobiliario se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales y económicas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insta a España a construir más vivienda, lanzando una advertencia clara: es necesario construir más vivienda para contener la escalada de precios y garantizar la estabilidad del mercado. El organismo internacional ha reclamado al Gobierno español a adoptar medidas estructurales que permitan aumentar la oferta de vivienda, agilizar los permisos de construcción y desbloquear suelo disponible. A partir de este diagnóstico, surgen no solo desafíos para las administraciones públicas, sino también oportunidades para nuevas fórmulas de inversión, como el crowdfunding inmobiliario, que pueden acelerar la promoción de obra nueva en un contexto de creciente demanda.
En un contexto como este, José Ramón Pin Arboledas, profesor emérito del IESE y exdiputado del Congreso, subraya que el principal obstáculo no es técnico ni económico, sino político: “La política de vivienda es una ‘cuestión de Estado’. No puede ser atacada por una sola fuerza política en solitario. Se necesita un consenso amplio dentro de los partidos para que las medidas sean estables y extendidas a las tres administraciones públicas: la del gobierno central, los autonómicos y los ayuntamientos”. Según Pin, sin ese consenso, “la situación será muy difícil de arreglar”.
Suelo escaso, licencias lentas y necesidad de reforma normativa
En su último informe sobre la economía española, el FMI advierte que el fuerte incremento de los precios residenciales debe abordarse mediante medidas que amplíen la oferta, más allá de las políticas actuales centradas en la demanda o en incentivos fiscales. El problema, sin embargo, no es reciente: España sufre desde hace años un grave déficit estructural de vivienda, agravado por la falta de construcción. Según BBVA Research, los cuellos de botella normativos y la inseguridad jurídica son factores clave que explican por qué se construyen muchas menos viviendas de las que se necesitan, unas 128.000 al año frente a una demanda estimada superior a las 300.000 unidades.
José Ramón Pin subraya que “las medidas deben ser de tres tipos: financieras, administrativas y laborales”. Entre las medidas administrativas destaca la necesidad de “agilizar la declaración de zonas urbanas en los alrededores de las ciudades” y “acelerar los procesos de concesión de licencias”, algo que coincide con la hoja de ruta propuesta por el FMI. “España está creciendo en población, tanto fija como temporal, por lo que la falta de vivienda puede convertirse en un cuello de botella en el desarrollo económico”, advierte.
La escasez de suelo disponible para construir nuevas viviendas, especialmente en los núcleos urbanos donde la presión de precios es más acusada, constituye uno de los principales obstáculos para normalizar el mercado, haciendo que, en muchas ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona, la tramitación urbanística de una promoción puede tardar más de una década, lo que retrasa la ejecución y encarece los costes. En respuesta, el Gobierno ha propuesto una reforma de la Ley de Suelo, que el FMI considera prioritaria, con el objetivo de flexibilizar la clasificación del suelo, reducir trabas burocráticas y facilitar el desarrollo de proyectos residenciales. En este sentido, también la Comisión Europea ha instado a España a adoptar medidas eficaces para acelerar la oferta y mejorar la asequibilidad, subrayando la urgencia de actuar sobre los factores estructurales que limitan la producción de vivienda.
Uno de los pilares de esta estrategia es el impulso a la vivienda social, un terreno en el que España está rezagada respecto a sus vecinos europeos, ya que según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el parque de vivienda protegida representa apenas un 3,4 % del total, muy por debajo de la media del 8–9 % en la UE.
Estabilidad financiera en riesgo si no se corrigen los desequilibrios
El constante desequilibrio entre oferta y demanda en el mercado de la vivienda no solo representa una dificultad para alcanzar un acceso asequible, sino que además constituye una amenaza real para la estabilidad macroeconómica española, ya que, tal y como advierte el Banco de España en su últime informe, un crecimiento de la demanda de vivienda mayor que el de la oferta sostiene el incremento de los precios inmobiliarios y amplía el déficit, lo que implica que mientras esta dinámica no se corrija, las familias continuarán destinando una proporción cada vez mayor de sus ingresos al pago de hipotecas o alquileres, lo que aumenta el riesgo de impago y genera una creciente vulnerabilidad en el sistema financiero.
A esta situación se suma el análisis del Fondo Monetario Internacional, que advierte de que el acceso limitado a la vivienda está teniendo efectos sociales y económicos de amplio alcance. El FMI destaca, por ejemplo, cómo los elevados precios están retrasando la emancipación de los jóvenes, dificultando la movilidad laboral e incluso empujando a muchas familias a abandonar los núcleos urbanos por no poder afrontar los costes, lo que acaba generando una mayor desigualdad territorial y social.
Pin Arboledas coincide en este diagnóstico: “La falta de vivienda puede convertirse en un vivero de tensiones sociales, lo que lleva a la crispación y, en algunos casos, al aumento de la delincuencia. España es un país con una alta calidad de vida, pero esa calidad puede verse deteriorada por la falta de vivienda, dificultando el crecimiento del turismo y la atracción de talento”.
Además, el experto incide en que hay medidas inmediatas que podrían contribuir a moderar el alza de precios: “Una de ellas es conseguir que entren en el mercado de alquiler muchas viviendas que están congeladas. Para ello es necesario un cambio legislativo urgente que defienda al propietario”, señala, aludiendo a la necesidad de agilizar los desalojos por impago u ocupación ilegal y responsabilizar a las administraciones públicas en los casos de vulnerabilidad.
Urbanitae y el potencial del crowdfunding inmobiliario
En este contexto de déficit de oferta y necesidad de financiación ágil para nuevos desarrollos, plataformas como Urbanitae representan una herramienta clave para dinamizar la promoción residencial. A través del crowdfunding inmobiliario en España, Urbanitae permite canalizar el ahorro privado hacia el sector promotor, facilitando que miles de pequeños inversores puedan invertir en proyectos inmobiliarios con importes reducidos y de forma diversificada.
Este modelo de financiación alternativa no solo contribuye a impulsar la obra nueva en zonas con alta demanda, sino que también reduce la dependencia del crédito bancario y mejora la eficiencia en la captación de fondos. Con más de 200 operaciones financiadas en toda España, los proyectos Urbanitae demuestran que es posible invertir en crowdfunding inmobiliario de manera rentable y con impacto social.
José Ramón Pin subraya la necesidad de apoyar fórmulas de colaboración público-privada (APP) como vía para superar la crisis de acceso a la vivienda: “La iniciativa privada y la cooperación público/privada son los mecanismos más rápidos de respuesta, pero para eso hay que agilizar los procesos administrativos, crear suelo urbano y facilitar la financiación a los protagonistas del sector”.